Carnaval de San Fernando: El Dios Melkart Juanma Bocuñano declara su amor a La Isla
Fiestas
El pregonero recuerda a la figura de Juan Rivero, demanda la implicación del pueblo en la fiesta para que preservarla y lanza un alegato contra la guerra
El protagonista de esta cita carnavalesca se rodea de numerosos colaboradores para hacer disfrutar al público
San Fernando/El Dios Melkart Juanma Bocuñano buscaba por Carnaval su templo en San Fernando pero en su recorrido por la ciudad se ha marcado un homenaje a sus rincones, a su historia, a su Carnaval, en una clara declaración de amor. Para ello ha tirado de humor, recuerdos y actualidad, no en vano ha estado acompañado de un peculiar Varela y su caballo, ya por fin desamarrado de la Plaza del Rey.
Bien arropado sobre el escenario, los asistentes han disfrutado del afinamiento de la orquesta Caballati y de su chirigota, pero también de unos cuantos colaboradores como el cuartetero Ángel Gago con sus hijos, el Coro Mixto de San Fernando, la antología Sal y Coplas, Caro Castilla, Anita, el romancero del Moi y Paco El Coleta y la antología de Juan Rivero, entre otros.
A ese "dios de los chirigotero" se ha rendido el pregonero en esta cita de "despedida" de la fiesta -"vengo a acabar con el Carnaval", decía-, que sin embargo ha sido toda una declaración de amor. "Aunque yo nací en Residencia/ me vine a La Isla a vivir./ Y aunque Cádiz sea mi herencia/ ya no habrá quien me eche de aquí./ Tardé tanto en echarte cuenta,/ que hoy pido perdón ante ti./ Yo también fui un gadita que añorando su tierra/ renegaba y a San Fernando solo venía a dormir./ Pero al crecer correteando por tus calles/ y contemplar el Camposoto el sol morir,/ al saber qué bien me sabe el bienmesabe,/ y perderme desde tu Bazán hasta las Callejuelas,/ si antes vine a la Isla a dormir,/ San Fernando ahora soy yo la que sueña con ella", recitaba el carnavalero, entre los oles del público.
¿Es ese mi templo? La pregunta de Melkart surgía en la Plaza del Rey, sin Varela, al que durante años ha llegado el olor de los curros de El 44 sin poder probarlos, y que tirando de humor ha dado la réplica en buena parte del pregón al protagonista; en la Plazoleta las Vacas, de la que rememoraba su Carnaval con las peñas, las actuaciones en el templete o el carrusel de coros, para advertir de que la preservación de la fiesta solo depende del pueblo; en el Puente Zuazo, que le ha servido para referirse a la resistencia contra los franceses y 1810; en la Venta de Vargas y el Museo Camarón, templos del flamenco; en Bahía Sur, "templo del Primark, el dios de los pijamas"; en Camposoto, "algo pasó allí"; y en la calle Real, "cuidado, no te vaya a atropellar el tranvía".
Si Bocuñano ha sido reivindicativo con el Carnaval y con el valor de la ciudad, no ha dudado en serlo también contra la guerra, en clara referencia a la invasión de Ucrania por parte de Rusia. "Ojalá las únicas guerras sean de papelillos y serpentinas. Da igual que sea con Ucrania o con Palestina. El gobernante que quiera guerra, que no se quede en su despacho, y se ponga en primera fila y sienta lo que es decir: no sé si volveré a ver a mi familia. No a la guerra", señalaba para de nuevo despertar el aplauso de los espectadores.
La despedida ha sido con unas palabras del pregonero que de nuevo ha defendido la necesidad de que los ciudadanos se impliquen en la fiesta y de su chirigota dedicándole una copla, justo antes de que se le entregara un recuerdo por parte del Ayuntamiento y de que el presentador de la cita, Paco Clares, pidiera a todos los colaboradores que se subieran para arropar a Juanma Bocuñano, "la institución de la risa de San Fernando", lo ha llamado, que daba las gracias a todos por esta mágica cita.
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