El Carnaval saluda por bulerías
carnaval 2018 | Arranca la fiesta en la isla
El cantaor David Palomar exploró anoche en el Parque la conexión entre el flamenco y el Carnaval durante un pregón que fue todo un homenaje a La Isla y, por supuesto, a Camarón
San Fernando/El cantaor David Palomar fue anoche el encargado de levantar el telón para que un nuevo Carnaval desembarcara en La Isla. Y lo hizo con un elaborado pregón que llenó el parque Almirante Laulhé a pesar del frío, un auténtico espectáculo que aderezaron las intervenciones de Manolo Casal, Jesús Bienvenido, El Libi, Antonio Reyes... Un pregón en el que Palomar cantó por igual -con la misma pasión y con el mismo entusiasmo- a Cádiz y a La Isla, al flamenco y Carnaval, a Camarón y a Paco Alba.
Esa dualidad que estuvo presente en todo momento fue, de hecho, la que vertebró el pregón del Carnaval más flamenco que se ha dado en La Isla. El flamenco y el Carnaval, La Isla de Camarón y Cádiz, fueron en este relato cantado y narrado los dos caminos por los que el cantaor gaditano fue transitando a su modo, con sus cantes y con sus amigos, a lo largo de algo más de hora y cuarto en las que habló -el mismo lo dijo así- de la "banda sonora de su vida", esa que siempre le acompaña por muy lejos que esté y de la que echa mano para pensar que la Viña -su barrio- está a la vuelta de la esquina.
Pero son dos caminos también -el del flamenco y del Carnaval- que no siempre van separados. Palomar dio buena cuenta de ello al situarse, precisamente, en el punto en el que ambos se cruzan para decirle a La Isla por bulerías -ese fue el gran remate- que su Carnaval ha comenzado. "No es que el flamenco naciera del Carnaval, ni el Carnaval del flamenco, es que los dos nacieron al mismo tiempo. Los dos hicieron muchos viajes de ida y vuelta en aquellos barcos que iban a La Habana. Y después de tanta ida y vuelta, después de tanto tiempo, uno cogió el camino de la gracia y el otro el del poso de la solemnidad", dijo Palomar anoche al dar la clave del pregón.
Aunque fue también el de Palomar un pregón plagado de referencias personales, que el cantaor -ayudado del pasodoble Se siente nostalgia constante- comenzó echando mano a la memoria para recordar su infancia, aquella música que escuchaban sus padres, aquellas cajas de zapatos llenas de cintas de casete en las que mezclaban sin orden Chano Lobato, Camarón, Paco Alba, Antonio Martín.... No se olvidó de mencionar su cuna, la Viña, en la que se vivía con la misma intensidad, con la misma realidad, el flamenco y el Carnaval hasta que un día quedó "infectado por el virus carnavalati del 3x4" antes de enamorarse ciegamente del flamenco. Aquello -recordó- tuvo una fecha muy concreta que en cierto modo le vincula a La Isla: el 17 de diciembre de 1988, cuando unos aficionados al cante entre los que se encontraba su padre abrieron la primera peña dedicada a José Monje Cruz, Camarón de la Isla. Ese día y el disco Soy gitano fueron los puntos de inflexión que cambiaron su vida. "Le daba vueltas una y otra vez, lo escuchaba decenas de veces. Encendió una llama en mi corazón que sigue viva y galopa como un potro desbocado de rabia y miel, indomable, noble y salvaje al mismo tiempo que no parará hasta el ocaso de mis días", admitió.
Camarón fue, de hecho, otro de los argumentos centrales onmipresentes durante todo el pregón del Carnaval. A la réplica de su célebre estatua que presidió el escenario junto a la de Paco Alba le dedicó incluso en la recta final del espectáculo una suerte de padrenuestro que remató luego al cante con Antonio Reyes. Fue otro de los grandes momentos.
Y, por supuesto, La Isla y su indispensable aportación al Carnaval, su gente y sus nombres propios, fueron de mención obligada antes de que la chirigota del Selu, 'Grupo de guasa'. rematara del todo la faena en una velada que, verdaderamente, fue puro espectáculo. Palomar arropó el pregón con algunos de ellos -entre ellos se encontraban Caramelo, Felipe Rivero, Manuel Lucas Vidal, Francisco Asencio 'Paco Lara', Manuel Castillo Díaz 'El Susi', Antonio García 'Perete', 'El Chuster'- que conquistaron el aplauso rápidamente con el pasodoble Tiene Cádiz un pueblecito, de la mítica comparsa 'Camarones de la Isla'. El diálogo entre El Libi y Manolo Casal puso también la gran nota de humor al pregón.
El acto, como es habitual, arrancó con la proclamación de la colombina mayor -Eugenia Mora- y su corte carnavalesca y con la imposición de los antifaces. El Ayuntamiento, por su parte, hizo entrega también de los Pierrots, el mayor reconocimiento carnavalero. Por primera vez, el Pierrot de Oro fue a parar a manos de una mujer, Ana Bernal Ponce, que lo recibió en medio de un gran aplauso del público. El Pierrot de Plata fue para José Oneto Vidal y los honoríficos fueron concedidos a título póstumo a las dos grandes ausencias del Carnaval de 2018, José María Pardal Lorite, El Leti, y Manuel Amedey. Ambos, de hecho, estuvieron muy presentes en este primer día de la fiesta.
Aunque, en realidad, el Carnaval isleño echó a andar unas horas antes de la mano de las peñas y de las habituales distinciones y degustaciones que marcan también esta primera jornada. Y lo hizo con muy buen pie y buenas sensaciones. El ambiente que presentó la plaza del Rey pasado el mediodía fue verdaderamente multitudinario. El público respondió a la llamada del Carnaval animado por una espléndida mañana que, sin duda, ayudó a llenar la calle.
Con el chupinazo de la peña Los Pollitos -que corrió a cargo de la alcaldesa- la fiesta dio el pistoletazo de salida. Antes, el que fuera su presidente, Miguel Barcia, recibió la Llave de Oro del Carnaval destacando los buenos momentos vividos en la peña y, sobre todo, los grandes amigos que le ha regalado. Con ello se abrió también la veda de los reconocimientos carnavaleros, que en estas primeras horas de Carnaval recordaron también a José María Pardal Lorite, recientemente fallecido. La peña Perete -emblema de la fiesta que celebra también sus 25 años de vida- le recordó a título póstumo con una de sus Caretas de Oro. También Manuel Castillo 'El Susi' vio reconocida su trayectoria carnavalera con esta preciada distinción. Y la Cañaílla de Oro de la peña Con Sabor a Cañaílla fue para María Fernández y Abraham Portillo.
Presente estuvo también este saludo al Carnaval isleño la peña Los Catavinos con su quesada popular, todo un clásico de este primer día y una seña de identidad de la fiesta en la ciudad que cumple ya 29 años. Esta vez, el encargado de ponerse el característico blusón y la boina de quesero mayor y de cortar el primer queso fue Carlos Rodríguez, del 'Güichi de Carlos', grupo que se encarga de recopilar y divulgar historia, costumbres y anécdotas de esa Isla de toda la vida.
Hoy, la celebración del concurso deEl Timón a partir de las 13.30 horas se encargará de tomarle el puslo a la plaza del Rey en una jornada en la que también se entregará el premio Requeté a Felipe Rivero y el premio Cajonazo 2018, que irá a parar a manos de la comparsa 'Oro negro'. También las degustaciones tendrán hoy un protagonismo especial a partir de las 13.30 horas en la plaza del Rey. Habrá de embutidos en la carpa de la peña La Bandurria, de arroz en El Plumero y de sopa de tomate en Con Sabor a Cañaílla. Además de la butifarrada del Círculo de Artes, en su sede de Rosario, y de pringá en los salesianos, en la Alameda.
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