Comienza la obra del comedor del colegio Las Cortes

Tres meses tiene de plazo la obra de una zona del colegio Las Cortes para su transformación en comedor. Los trabajos comenzaron hace una semana y ya se ha terminado la demolición de la pieza exterior de la antigua casa del conserje. "Es una satisfacción que se haya iniciado la obra, después de años de reivindicación por parte del centro", comentaba la alcaldesa, Patricia Cavada, que acompañada del equipo técnico, la dirección del centro y una representación de la Asociación de Madres y Padres de Alumnos (AMPA) comprobaba la marcha de la actuación.

La intervención que ahora se realiza en el colegio de la calle Santa Bárbara se centra en la creación de un comedor, un servicio que tenía concedido el centro para atender a parte de su alumnado que sin embargo no se producía en las instalaciones. Los alumnos se desplazan, de hecho, al colegio Manuel de Falla, algo que preocupaba a los progenitores. "Tanto la comunidad educativa como los padres querían que hubiera este equipamiento dentro del colegio para que los niños no tuvieran que salir para tener esta prestación", mencionaba la regidora.

En "este compromiso" para dar solución a esta situación el equipo de gobierno ha ido de la mano de la Diputación Provincial, que concedió una subvención de 50.000 euros para la actuación. El montante final de la intervención, algo más de 60.000 euros tras la adjudicación, ha motivado que el Ayuntamiento haya complementado la partida con presupuesto municipal. "Para dar respuesta a una necesidad y para dar seguridad a los alumnos y a sus padres, que cada día sufren con esa salida", exponía Cavada.

Para dotar a Las Cortes de este equipamiento se acondiciona un espacio existente, la antigua casa del conserje, que estaba "infrautilizada", con una resolución arquitectónica "atractiva" que aporta "luminosidad" y "eficiencia" y es "fácil de mantener", según la alcaldesa. Pero también se crea una zona techada que sustituye a la zona del patio donde había unos lavaderos en desuso, que es la que se ha demolido.

"Son 116 metros cuadrados, correspondientes gran parte con la casa del portero y otra con el patio de los lavaderos. La idea es aprovechar bien los espacios del edificio y eliminar las circulaciones innecesarias para que sea un espacio fácil de gestionar y agradable para los alumnos", daba detalles Estanislao Cabanillas, arquitecto jefe de obra.