Concierto en Bahía Sound: Depedro y la entrega de principio a fin
Verano en San Fernando
El artista Jairo Zavala con una banda pletórica de talento se gana al público en una cita en la que presenta sus nuevos temas pero repasa toda su carrera musical
San Fernando/"¿Por qué esta noche es tan oscura?", se pregunta Depedro, Jairo Zavala, aunque la de San Fernando destaque por ser una noche fría, por ventosa, aunque él y la banda que le acompaña la hacen caliente, arropados por un público entusiasta. Bailongo aunque sea en sus asientos, y a veces de pie sin poder contenerse. Entregado de principio a fin a esta propuesta del Bahía Sound.
Ofrece el cantante profundidad con sus letras, el derroche con su voz y la maravilla de los instrumentos, bien respaldado por sus compañeros: Martín Brun, a la percusión; Raúl Márquez, con la trompeta; Kike Fuentes, a la guitarra; y Héctor Rojo, con el bajo entre sus manos. Se divierten y divierten al público, al que Zavala da las gracias por acudir al concierto, "gracias por apoyar la cultura". Es casi un mantra entre los muchos artistas que el año pasado actuaron en Bahía Sur, y que este año forman parte del cartel del Bahía Sound.
Mezcla Depedro éxitos de toda su carrera, "12 años cantando esto", dice sobre Nubes de Papel que el público recibe con entusiasmo. "Habla de límites, de los que tanto hemos aprendido en los últimos tiempos", explica. "De aprender a romperlos", aclara, cuando ya suenan las palmas, los silbidos y los golpes en el suelo con los pies. Por eso advierte su canción "hoy nada va a poder conmigo. Hoy tengo las ganas de cantar". También tiene mensaje Noche Oscura, uno de los temas del nuevo disco que sacará pronto, nada más empezar. "Todo el mundo exige un cambio, pero nadie quiere cambiar", que entona en esta ocasión sin Leiva con el que colabora.
Las tres canciones que ya se han adelantado de este nuevo trabajo forman parte del repertorio del concierto en La Isla. Junto a la mencionada Noche oscura, Jairo Zavala presenta Entre el cielo y el barro, escrita con Iván Ferreiro; y Máquina de Piedad, de Guille Galván, de Vetusta Morla. Sobre esta última recuerda que "sin esto que tenemos aquí en el pecho nada tendría sentido".
El artista madrileño habla de la tierra en la que actúa como un lugar "muy inspirador", de "mucho talento y mucho arte", que ha recibido a muchas culturas. Lo hace en un paralelismo con México Distrito Federal, a la que dedica DF, porque "aquí se puede todo, aquí todo se puede, desde el cielo al lodo". El público le acompaña, lo hace varias veces durante la velada, incluso en algunos momentos sin la voz de Depedro, como en Llorona, mientras el escenario se queda solo en un amago de despedida.
No es el adiós definitivo de la noche, los músicos quieren seguir con la Fiesta, que han tocado antes, por eso premian al público devoto, de brazos en altos, palmas, vítores y silbidos, en pie al fondo del patio de sillas al no poder contenerse en algunos momentos del concierto, con el regalo de Diciembre, que regala a Héctor Rojo cantando un fragmento sin compañía, y Solo contigo.
Alguno pide más, pero es resultado de una cita mágica, que sobrepasa las expectativas, que termina con todos en pie y bailando, acompañando a Jairo que se mueve, guitarra en mano, como ha hecho durante la noche, disfrutando de Flores y tamales; que se ha puesto romántico con Te sigo soñando o con Tu mediodía. Antes de que anochezca, Hombre bueno o Panamericana demuestran que el viento no ha fastidiado el recital. Curioso que su protagonista termine cantando "solo contigo, solo soy feliz si yo te miro. Me falta tu aliento, para que me siento como el viento. Como el viento. Como el viento. Como el viento, que mece mi cuerpo".
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