Cultura desbloquea la obra en la trasera del centro de congresos
La actuación quedó paralizada hace más de un año por desavenencias con la edificabilidad que han quedado resueltas con la entrada en vigor del PEPRICH
Punto y final al pequeño escollo que surgió en la obra del centro de congresos hace más de un año cuando la Delegación Provincial de Cultura, a través de Patrimonio, decidió bloquear la construcción de una de las plantas en la trasera de este inmueble. El argumento, el incumplimiento con la edificabilidad establecida entonces para este edificio, recogida todavía en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de 1992, a falta de la aprobación del planeamiento concreto del centro, es decir, el Plan Especial de Protección y Reforma Interior del Casco Histórico (PEPRICH).
Ahora, que este documento ha sido aprobado, publicado y ha entrado en vigor, el Ayuntamiento isleño sólo estaba a la espera de recibir la notificación de la Junta de Andalucía que levantara este veto y permitiera a la constructora Procondal -la adjudicataria de los trabajos- reanudar esta porción de la actuación, una pequeña parte situada en la zona más estrecha del edificio, colindante a la calle Benito Pérez Galdós. Con su culminación, la obra de transformación del antiguo cine Almirante en centro de congresos estará prácticamente terminada, tal como se evidencia en la fachada, en la que sólo faltan los últimos retoques por realizar.
Por esta razón, el encargado de anunciar esta buena noticia, Francisco José Romero, delegado de Presidencia, mostraba ayer su satisfacción. "Decisiones técnicas pararon la obra hace un año y ahora por fin podemos terminar una actuación tan necesaria para la localidad", matizaba. Necesaria en el presente más inmediato, pero imprescindible también en el catálogo de actuaciones previstas de cara a la celebración del Diez, con exposiciones, conferencias y jornadas en el horizonte.
El centro de congresos será uno toda una serie de hitos que recorrerán la calle Real y que integrarán el San Fernando del mañana. Entre ellos, el Castillo de San Romualdo, la Iglesia Mayor, la plaza del Rey o la propia Compañía de María, entre otros, tal como matizaba ayer Romero.
La finalización de esta obra, a la que ya sólo le restan los últimos detalles, traerá a continuación la incorporación del equipamiento que conformará cada una de las oficinas y estancias de las instalaciones, que contará además con un salón de actos dispuesto con tecnología, así como camerinos, zonas de entrada y en el sótano una sala de exposiciones. Un sótano que en la calle Benito Pérez Galdós se convierte en planta baja, debido al desnivel de la ciudad, que cae en cuesta hacia las salinas, y que supuso el origen de las discrepancias entre el Ayuntamiento y la Junta. Porque, de un lado, el Gobierno local consideraba que la medición de la altura se debe hacer desde el acceso principal al recinto. En este caso, la calle Real. Patrimonio no estaba de acuerdo con este criterio. Por eso hubo que esperar hasta la aprobación del plan del casco histórico.
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