Defensa interviene en el cementerio de los ingleses para evitar que se caiga
Arrancan los trabajos para la consolidación del inmueble tras la caída de uno de los muros el pasado mes de enero La rehabilitación de este BIC sigue siendo una asignatura pendiente
Tres meses después de que se viniera abajo uno de los muros perimetrales del cementerio de los ingleses poniendo en evidencia el ruinoso estado de conservación de este Bien de Interés Cultural (BIC) vinculado al legado de Las Cortes y de la Constitución de 1812, Defensa ha dado comienzo a los trabajos para la consolidación del histórico inmueble que se emplaza en La Casería.
La intervención, puesta en marcha a partir del requerimiento lanzado entonces por el Ayuntamiento de San Fernando, arrancó la semana pasada aunque se limita exclusivamente a los trabajos de consolidación de los muros que quedan en pie. No se trata de recuperar el inmueble sino de frenar su degradación y de garantizar la seguridad del recinto afianzando paramentos y sillares que, dado su avanzado grado de deterioro, amenzaban con desplomarse en cualquier momento. La zona que se vino abajo el pasado mes de enero no será reconstruida. Hay incluso tramos, que dado su estado, han tenido que ser desmontados para evitar riesgos mayores. La actuación, de hecho, reviste cierta complejidad para los operarios dado precisamente ese deplorable estado de conservación del inmueble. De los trabajos, que durarán varios días, se encarga la empresa isleña Toledo Coca, a la que Defensa ha encargado la actuación.
Esta intervención de urgencia, que en un primer momento se presupuestaba en unos 7.000 euros, evitará efectivamente que lo que queda del cementerio de los ingleses se venga definitivamente abajo y desaparezca este BIC. Pero su rehabilitación -proyectada desde hace más de una década y ligada al proyecto de regeneración de la playa de La Casería- sigue siendo una asignatura pendiente en San Fernando.
Precisamente, la caída de uno de los muros perimetrales el pasado mes de enero llevó al Ayuntamiento a insistir nuevamente a Costas en dicha actuación pendiente, cuyo proyecto se remonta al año 2005 y que tenía pensado convertir el antiguo cementerio en un parque que rematara el paseo marítimo diseñado para toda la zona.
En aquellas fechas, lo que se pensaba hacer con el cementerio de los ingleses era una actuación similar a la que se hizo con el castillo de Sancti Petri y que pasaba por la cesión del inmueble a Costas por parte de Defensa para que desde esta otra administración se abordara su recuperación dentro del proyecto de regeneración de la playa. Todo, no obstante, lleva más de una década paralizado y sin visos de que el proyecto vaya a ser retomado ni a corto ni a medio plazo.
El cementerio de los ingleses -o de los soldados, que sería la denominación correcta que defienden los expertos- fue catalogado como un BIC en el año 2012 al considerarse parte del legado de Las Cortes y de la Constitución de 1812. Se trata de una construcción rectangular dirigida por el afamado ingeniero militar Antonio Prat y realizado a base de piedra ostionera que se levantó en 1809 para dar sepultura a los soldados franceses fallecidos en el entonces recién habilitado hospital de la población de San Carlos. Dicho cementerio estuvo en activo durante un siglo, hasta 1911. Abarca una superficie de 2.760 metros cuadrados y se incluye también en el catálogo de elementos que son objeto de una singular protección en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), que entró en vigor en 2013. Aunque nada de eso ha impedido que llegue a un ruinoso estado que ha amenazado seriamente la conservación de este inmueble catalagado como BIC.
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