Descanso para 200
La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de San Fernando cuenta ya con 20 familiares que buscan a antepasados fusilados en La Isla
No se conoce quiénes están. Ni siquiera cuántos con toda certeza, aunque el número de fusilados en San Fernando supera los 200.Y no todos, se cree, aguardan en la fosa común del cementerio municipal su descanso definitivo y en paz. Podrían estar en el cementerio de San Carlos (de los Ingleses). No se sabe. Pero el camino para encontrarlos ya se ha iniciado. Algunas familias ya se han implicado, y se espera que otras muchas se unan. No hay vuelta atrás.
"En la asociación que hemos creado están 20 familiares de fusilados represaliados por el franquismo que buscan los restos de sus seres queridos", explica su presidente, Manuel Fernández Roldán, nieto del último alcalde republicano, Cayetano Roldán, que corrió esa suerte en la madrugada del 29 de octubre de 1936. Se refiere a la entidad que se ha constituido para facilitar todos los trámites y movimientos necesarios para lograr su objetivo primordial: la exhumación de los cuerpos enterrados principalmente en la fosa común del camposanto isleño.
Los pasos avanzan en dos direcciones. Para empezar los familiares han formado la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, Social y Política de San Fernando. "Lo hemos hecho porque es más fácil trabajar de manera conjunta. La administración atiende con más peso legal a una entidad que a un particular", expone Manuel sobre las razones que han llevado a crear la entidad. Un particular, añade, puede iniciar el proceso para la exhumación, pero hacen falta un estudio histórico y un estudio arqueológico previos que resulta mucho más difícil de conseguir de manera individual.
Unos 20 familiares de fusilados en La Isla están ya en la asociación. En algunos casos más de una persona busca a un mismo antepasado. "En mi caso somos tres hermanos buscando a nuestro abuelo", detalla. O puede que dos busquen a tres. Y no sólo son de San Fernando, hay gente que se ha puesto en contacto desde Cartagena, Madrid, Granada o Barcelona. "Se enteraron y contactaron con nosotros. Por eso seguiremos dando difusión a esto que hacemos, para que se sumen más familiares", señala. Tienen un correo electrónico, familiaresfosasanfernando@gmail.com.
Mientras tanto, tienen muy claro cómo deben afrontar el deseo de que estos represaliados del franquismo descansen. Por la paz de los perecidos, de quienes los lloraron muchos años y de quienes aún vivos tienen esta oportunidad. "Creemos que la Alcaldía debe liderar todos los contactos entre administraciones. Queremos que la alcaldesa, Patricia Cavada, se encargue de canalizar toda la acción aquí, que no haga falta ir a Sevilla para tratar el asunto con la Junta", cuenta. El director general de Memoria Histórica y Democrática de la Junta, Javier Giralde, se ha mostrado dispuesto a acudir a las reuniones necesarias en San Fernando. De hecho, ya ha estado en la ciudad. La Diputación Provincial, con su servicio de Memoria Histórica a la cabeza, también tendría que estar implicada, dejan claro desde la entidad. "La coordinación es esencial para conseguir las subvenciones necesarias, el apoyo de materiales y medios, logístico, para afrontar las tareas previas y sobre el terreno para la exhumación", reclama.
Para las investigaciones históricas, cuentan con la implicación de un grupo de personas que analiza la bibliografía existente, los archivos. Se rastrea en busca de datos que puedan aportar más información de los fusilamientos, de las personas que fueron asesinadas, sus nombres, dónde están enterradas. Una de las personas que colaboran, Miguel Ángel López Moreno, explicaba a este periódico que se intenta arrojar algo de luz, más allá de la certeza o la probabilidad científica que no creen puedan alcanzar. Quieren acotar el número personas, y las personas que pueden estar en la fosa común, pero también en el cementerio de San Carlos, por ser un lugar cercano al penal de La Casería donde hubo fusilamientos. También hubo ejecuciones en el caño de La Jarcia, aunque primero se ha tenido que ubicar el lugar. No se descarta que haya personas enterradas en otros sitios. "Solo se puede estar seguro de alguna persona en concreto porque algún testigo directo viera cómo lo enterraron y se lo comunicara a la familia", matiza.
Se estima que el número de fusilados superó en San Fernando los dos centenares, aunque apenas hay documentos que lo certifique. Consta el registro que hacían los curas que asistían a las personas antes de morir: son 105 con nombre y apellidos. Pero se desconocen cuántos de ellos acabaron en la fosa común del cementerio municipal. Incluso este espacio del recinto funerario podría no ser real o ser más amplio del que está señalado.
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