Espíritu solidario con el comedor El Pan Nuestro de San Fernando

La labor del comedor sigue adelante con la implicación ciudadana cuya solidaridad se incrementa ahora por Navidad

Cocinas del comedor social El Pan Nuestro, en una imagen de archivo. / Nacho Frade

San Fernando/El comedor social El Pan Nuestro lleva ya desde el verano ofreciendo comidas en el interior de sus instalaciones. La normalidad ha regresado, aun con ciertas reglas como la distancia de seguridad, la higiene de manos o el uso de mascarillas hasta el momento de comer, y con ella también la solidaridad típica de la Navidad. Un apoyo institucional y ciudadano que no ha faltado, y que incluso se incrementó a lo largo de los duros meses de la pandemia.

"Con la entrega de bolsas se terminaba antes, era todo más rápido, aunque el gasto en recipientes era elevado. Eso sí, recibimos ayuda durante todos estos meses y nos donaron muchos envases", precisa Joaquina Luna, la presidenta de la entidad social que redobló esfuerzos durante la pandemia y que sigue su trabajo de apoyo a familias sin recursos y a personas sin hogar. Actualmente ofrecen hasta 150 comidas diarias, "aunque es un número que fluctúa, según la época", precisa. De ellas unas 110 o 115 corresponden a las raciones que las familias recogen en el centro situado en Fadricas. El resto, unas 30 personas, a veces más, acuden a las dependencias para comer en su interior. "Es más cómodo. Les gusta comer sentados, es más agradable que ir a algún sitio a la intemperie", comenta.

Las subvenciones de las administraciones llegan puntuales: de Junta de Andalucía, de Ayuntamiento y una pequeña de la Diputación Provincial; lo que se suma las aportaciones del Banco de Alimentos (de leche, fruta o verdura), entre otros víveres que retoma su actividad tras el verano, algo que notan en el comedor El Pan Nuestro, que sufre esos meses estivales algunas estrecheces. Ahora además acuden diariamente a Aldi para recoger productos en buen estado que no pueden comercializar.

Por supuesto, la campaña de Navidad ayuda a mantener las provisiones. "Con la zambomba que se organizó en el Bodegón Andalucía, que fue un éxito, se recogieron muchos alimentos", señala Luna. A ello se une que continúa activa su campaña de pucheros, que mueven sus voluntarios y colaboradores en las carnicerías de barrio para que los vecinos dejen pagados los lotes para esta elaboración.

El abastecimiento de productos frescos no es un problema puesto que cuentan con proveedores y con maquinaria congeladora para poder almacenar. "No hay problema de suministro en este sentido, porque, aunque las aportaciones no suelen ser de este tipo de alimentos, mandamos a quienes quieren colaborar a nuestros proveedores de carne o pescado, por ejemplo", cuenta. Así las personas interesadas en donar pueden comunicarse por teléfono (956 88 24 62) con el comedor social para recibir información sobre las opciones que tienen para colaborar.

Tampoco tuvieron problemas durante los meses complicados por la pandemia del covid-19, cuando la presidenta reconoce que "se volcaron con nosotros" y el abastecimiento fue continuo en todo lo que hizo falta. "Fue una respuesta increíble", abunda. "Después todo se ha normalizado", añade. Así en épocas cercanas a la Navidad el espíritu solidario se incrementa y eso ayuda para que el comedor El Pan Nuestro mantenga su labor.

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