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Broncano
Cultura
San Fernando/La tarde con Nieves Cocostrina en la Feria del Libro de San Fernando resultó divertida gracias a que la periodista se mostró valiente en la palabra, como siempre es ella, con un compañero de cita que supo sacarle jugo con sus comentarios y preguntas, como el también periodista Jaime Álvarez. Las risas fueron continuas entre el público que se congregó en esta propuesta cultural, por la mordacidad de la autora de Cualquier tiempo pasado fue anterior, el libro que presentaba en este ocasión, a la hora de hablar de Juan Carlos de Borbón, los Borbones o Isabel Díaz Ayuso. Su defensa de los servicios públicos despertó el aplauso del respetable.
"No tengo hijos, pero me partiré la cara por la educación pública. Me puedo pagar tres sanidades privadas, pero me partirá la cara por la sanidad pública", proclamó esta "periodista de referencia", en palabras de Álvarez, que hizo mención a Julia Otero y una frase que pronunció durante una reciente entrevista, "voto en contra de mis intereses, pero a favor de mis principios". "Si todos somos pueden acceder a los servicios públicos todos seremos más felices", planteó.
Concostrina defendió la necesidad de que la sociedad "luche en conjunto", "de que tengamos conciencia de clase para luchar". Lo contraponía a algo que recoge su última obra, lo que se denomina "lumpemproletariado" que no tenía esa conciencia de clase, y el episodio de la muerte de Sisi Emperatriz. "El cine nos ha hecho mucho daño, era anoréxica, bulímica, cocainómana y se dedicaba a viajar y vivir a todo trapo. Estaba obsesionada por la delgadez, no sé a quién me recuerda", ironizó. Una anarquista la mató. "Eran gente extremadamente cabreada que iban solos. Esperamos que ahora tengamos conciencia de clase, que aunque yo no necesite los servicios públicos, como sí lo necesita el del lado, luchemos en conjunto", expuso.
De igual manera deja claro que "hay que hacer pedagogía con el vecino, con el cuñao, para que no quede lo que dicen ellos que es lo malo". "Si tú das un paso atrás, el fascista lo da para adelante y cada vez ocupa más espacio", insistió. Es la respuesta que hay que dar a las mentiras, exigió, "no hay que callarse para no discutir. Hay que poner pie en pared y decir la verdad".
Su reflexión surgía de la pregunta de Jaime Álvarez de por qué su gusto por la historia que la protagonista de esta cita en la Feria del Libro argumentó por la necesidad de un periodista de tener un background. "Saber qué ha pasado para cuando ocurre algo saber que ya sucedió", matizó. "Me era muy útil, porque me daba fondo para algo que quería contar", añadió. Y puso de ejemplo el surgimiento de los fascismos en el siglo XX y cómo ahora vuelven con las mismas artimañas. "Se está dando la misma señal que en 1933, la misma táctica del bulo: decir la salvajada más gorda y que te la repliquen", advirtió.
Esta madrileña confesó que ya no vive en su pueblo, que no puede vivir ya "en la séptima ciudad más contaminada del mundo, que ya veréis la multa que nos va a poner la Unión Europea y que vais a pagar todos". "Cuando escuchas a una descerebrada aquello de que echamos de menos los atascos, siempre hay hay alguien que dice que es verdad", apuntó en referencia a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Navidad Díaz Ayuso, "INDA", remató entre las risas de quienes asistían al evento.
La conversación entre Álvarez y Concostrina también giró sobre las historias de los Borbones que recoge el libro, con personajes como el Príncipe de Asturias Alfonso de Borbón, el hijo mayor de Alfonso XIII, que renunció para casarse con Edelmira, una cubana de buena familia que conoció en una clínica de Suiza donde se trataba de la hemofilia, porque, recordó, "la Ley Dinástica de Carlos III prohíbe el casamiento con plebeyos". "Por eso los expertos en Derecho Nobiliario no se ponían de acuerdo, y algunos decían que el matrimonio de Felipe y Letizia no era ilegal. Supondría que Leonor y su hermana no podrían llevar el apellido Borbón y perderían todos los derechos dinásticos", expuso.
"No vamos a hablar de los borbones", bromeó el periodista de Onda Cero al que respondió rápidamente Concostrina, "¡hablemos!". La periodista reconoció que en algunos momentos le han dado algún toque, cuando estaba en Radio Nacional, "y me echaron al final", señaló entre risas. Eso nunca le ha supuesto limitaciones para criticar al Rey Emérito. "Cuando el incidente con el elefante se abrió la veda", comentó sobre el cambio en la prensa española, porque antes, desde mucho antes "sabían". Las historias irregulares de los Borbones se sabían, "muchos historiadores lo han contado, pero no se les daba bola".
La autora de Cualquier tiempo pasado fue anterior, Antonia, o Pretérito Imperfecto hizo hincapié en que no es historiadora, sino periodista, "no me dejaron ser policía municipal". Una que no es corporativista, "hay periodistas buenos, y periodistas malos", hasta incluso hablar de manipulación. En esa visión actual de la profesión considera que se está hablando de cosas que no interesan a la gente, "porque el periodista ya no sale a la calle, no sabe lo que le pasa a la gente y no cuenta sus historias".
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