Análisis
Gumersindo Ruiz
Sería un error penalizar fiscalmente a las socimi
Feria de San Fernando
San Fernando/Solo hay un Día del Carmen pero el 16 de julio en La Isla tiene muchas caras. Primero, por supuesto, la que brinda la Patrona la Patronacon la procesión de alabanzas vespertina que recorre las calles de la ciudad o con la función religiosa que por la mañana llena todos los años el templo carmelitano. Es la versión oficial e institucional de la festividad.
Pero hay otras, claro. Está también ese 16 de julio de aires marineros y costumbrista que desde hace décadas llega de la mano del club náutico de Gallineras y de su procesión marítima, que a la fuerza se ha convertido en una de las imágenes icónicas –y más populares– de la jornada más señalada de la Feria de San Fernando.
Y el 16 de julio que la Armada se reserva para despedir como se merece al personal que pasa a la reserva y hacer entrega de condecoraciones al personal distinguido por sus servicios. O el de los alumnos de la escuela taurina, que ayer volvieron a plantar cara en el coso isleño con una clase práctica, el otro de los espectáculos taurinos que mantiene la fiesta del Carmen en San Fernando.
Y también, claro, el que se vive en la Feria isleña, que además este año ha reforzado esa vocación de jornada clave en el recinto ferial de La Magdalena de la que siempre alardea el Día del Carmen al coincidir con la última velada de los festejos. La festividad de la Patrona se ha convertido así también en la despedida, el broche de oro de la Feria.
La jornada de fiesta en La Isla arrancó, como es costumbre, con la función religiosa de la Patrona que en el Carmen puso el punto final a la novena que, un año más, ha puesto de manifiesto la vigencia de la devoción carmelitana en San Fernando.
La iglesia conventual volvió a llenarse durante la ceremonia que ofició fray Francisco Javier Jaén Toscano. Y numerosos isleños se acercaron al besamanos de la Virgen hasta que el templo, a primeras horas de la tarde, cerró sus puertas. Quedaba, no obstante, otra parte: la calle, lo más vistoso, claro está.
Pero para eso había que esperar hasta última hora de la tarde. A las ocho, la imagen de la Patrona salió de nuevo al encuentro de La Isla en este 16 de julio, fecha en la que desde 2015 institucionalizó su salida procesional. A la hermandad le sienta bien la salida en este día, qué duda cabe. Basta con ver el concurrido aspecto que a estas horas ofrecía la calle a su paso mientras buscaba la alameda Moreno de Guerra a los sones de las marchas procesionales de Maestro Agripino Lozano y con los elegantes andares de la cuadrilla de cargadores José González García.
Eso sí, el recorrido, como otras veces, se ha reservado para la vuelta el escenario más emotivo: su barrio, las Callejuelas y, sobre todo, la calle Carmen, decorada para la ocasión con numerosas alfombras de sal elaboradas por jóvenes de distintas hermandades.
La tarde ha escapado de las altas temperaturas, lo que sin duda ha ayudado a ambientar la calle a estas horas en un día de fiesta, en el que numerosos isleños se preparan también para despedirse de la Feria en La Magdalena hasta el próximo año.
En el cortejo ha estado presente también la Corporación Municipal bajo mazas y con la alcadesa, Patricia Cavada, al frente.
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