La Feria recibe a los más pequeños

San Fernando

El recinto ferial abre sus puertas para el día del niño y vive una jornada con una gran cantidad de público infantil en las atracciones

Un padre con su hijo en brazos delante de una atracción ayer durante el día del niño.
Un padre con su hijo en brazos delante de una atracción ayer durante el día del niño. / Román Ríos
Manuel Del Solar

12 de julio 2018 - 07:00

Son las ocho de la tarde y en el escenario principal del recinto ferial ya se preparan las diferentes actuaciones que tendrán lugar a lo largo de la tarde. Las salineras esperan su momento, en unos instantes dará comienzo la proclamación y ya se ocupan los asientos reservados para amigos y familiares. Diversos grupos de personas pasan bajo la portada, aún sin encender, pero no se dirigen al escenario. La mayoría de estos grupos suelen llevar carros de niños, familias que acompañan a los más pequeños y pandillas de jóvenes que pasan de largo las primeras casetas: es el día del niño y se dirigen a la zona de las atracciones.

Como el año pasado, ha corrido la voz de que muchos de los cacharros se encontraban a mitad de precio. El coste por disfrutar de las mismas, no todas, se ha visto reducido al máximo de 2,50 euros, una oportunidad que los más pequeños, y sobre todo los bolsillos de sus padres, no han podido dejar escapar.

Los caseteros preparan la puesto a punto, colocan la vajilla en la mesa y limpian los suelos entre las silla. Por su parte, la Policía Local y Protección Civil se muestran atentos a todo lo que ocurre y los miembros de los equipos de limpieza están pendientes de cualquier desperfecto que pueda suceder entre las calles del ferial, por el que ya pasean muchas niñas vestidas de flamenca.

Entre los cacharros, lo de siempre: feriantes micrófono en mano que intentan reclamar la atención de los niños, que corren por el recinto y que se agolpan ante las atracciones mientras deciden cuál será la elegida. Los altavoces no paran de sonar y a cada paso aparece un sonido diferente.

A estas horas el mayor número de personas se agolpan en esta zona del recinto de La Magdalena. El día está ligeramente nublado, condiciones climáticas favorables para quienes pasean entre las casetas, que esconden los rayos de sol que otros años hacían imposible el movimiento a determinadas horas. Hoy no es uno de esos días y se nota. Con respecto al año pasado se puede observar una mayor presencia de público, niños a los que la menor cantidad de casetas no importa en absoluto y cuya mayor diversión en la Feria se centra en las atracciones.

Y de esta manera los feriantes han aprovechado la ocasión. Las atracciones que más éxito tienen a esas primeras horas son aquellas de menor adrenalina. Muchos de los padres acompañan a sus hijos pequeños en los diferentes recorridos preparados para ellos: montañas rusas, coches choques o camas elásticas. Con menos éxito funcionan aquellas atracciones que requieren un mayor atrevimiento. Las grandes estructuras que se alzan en el aire y dan vueltas sobre sí misma han recibido una cantidad menor de visitantes, que seguro será mayor el resto de días.

Y así comienza la Feria del Carmen y de la Sal, que afronta como cada año el día del niño con el mejor de los espíritus y que da señas de buena salud, al menos en los más pequeños.

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