Gallineras acerca su gran proyecto y se prepara para su transformación
La inversión prevista rondará en conjunto unos 700.000 euros
El proyecto para la construcción de la sede está redactándose y el club confía en que las obras arranquen este año
San fernando/Mirar al mar. La vieja aspiración tantas veces repetida desde los años 90 y tantas veces soñada por los isleños sigue siendo una asignatura pendiente en la ciudad a pesar de las tentativas llevadas a cabo durante las últimas décadas, que se han saldado con sonoros fracasos como el Parque del Mar y con equipamientos que arrastran importantes deficiencias ahora difíciles de solventar como ocurre con el club de La Casería, que se hunde en el fango apenas unos años después de su apertura.
En ese panorama desalentador, el puerto de Gallineras ha vuelto a cobrar protagonismo al convertirse en el foco de próximas inversiones municipales que procuran cambiar esta dinámica y que, a corto plazo, pretenden convertirse en un revulsivo. El proyecto destinado a transformar por completo la zona -esperado desde hace una década- ya está redactándose. Y, de hecho, el club náutico confía en que a finales de este mismo año puedan haber comenzado las obras tras su oportuna licitación. Así lo afirma optimista Domingo González Romero, que ha sido reelegido presidente de esta entidad hace apenas unas semanas y que coordina con el Ayuntamiento y la Concejalía de Desarrollo Urbano (Urbanismo) la puesta en marcha de este proyecto para la construcción de un nuevo equipamiento náutico en el que el club tendrá su nueva sede.
Las instalaciones actuales -todas- desaparecerán una vez que se levante esta nueva sede en los terrenos que se encuentran justo detrás, que fueron expropiados por el Ayuntamiento. Se adecuará además un nuevo acceso desde la Ronda del Estero a partir de la rotonda que se emplaza actualmente junto a la puerta del club y se reordenará toda la zona cambiando drásticamente su imagen actual.
Porque las obras que se prevén llevar a cabo en Gallineras no se ven como una actuación aislada. Y a eso se debe también la apuesta del Ayuntamiento y la importante inversión que está prevista ahora. El desarrollo de las dos áreas de reforma interior en las que se divide este ámbito urbanístico, según el estudio de detalle aprobado en noviembre de 2014 siguiendo los criterios del nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), incluye además de este equipamiento náutico otras posibilidades y habla incluso de uso terciario. El propio PGOU apunta, para esta zona, la posibilidad de construir un hotel que podría llegar a tener hasta diez plantas de altura.
Gallineras, por otro lado, se encuentra justo en la mitad de las actuaciones transfomadoras que el Ayuntamiento prevé ejecutar con los fondos europeos de la Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible e Integrado (EDUSI), doce millones y medio de euros que se emplearán en la regeneración de toda la franja este del término municipal. Convertir La Magdalena en un parque, adecuar a lo largo de toda la Ronda del Estero el llamado Parque del Este o afrontar la regeneración de La Almadraba con la construcción de un paseo marítimo son algunos de los proyectos EDUSI más destacados que el gobierno municipal ha puesto sobre la mesa. Y Gallineras -no puede pasarse por alto- está justo en medio de todo eso.
Del enorme potencial de esta zona y de sus posibilidades para convertirse en la punta de lanza del ansiado desarrollo urbano de toda esta parte de la ciudad hace tiempo además que se habla en La Isla. Incluso el equipo redactor del PGOU incide especialmente en este aspecto desde que se hiciera el avance del documento, hace ya más de una década.
La inversión prevista ahora en Gallineras rondará los 700.000 euros, según los cálculos que aporta el propio club náutico. La mayor parte saldrá de superávit municipal del ejercicio de 2015. Entre las partidas que el Ayuntamiento destinará a inversiones -así lo aprobó en octubre de 2015- se incluye medio millón de euros para el proyecto de Gallineras. Es, de hecho, la cuantía más elevada de todos los proyectos que se plantean con cargo al remanente.
A eso se sumará una partida municipal de 150.000 euros que se pensaba destinar a la adecuación de la marina seca y -señala también el club- una parte de los EDUSI que se invertirá en el alcantarillado de la zona. El área en la que se actuará ocupa unos 4.000 metros cuadrados de superficie en total. Las instalaciones del club -que tendrá una sola planta aunque ésta irá ligeramente elevada sobre una plataforma- ocuparán unos 700 metros cuadrados. Además, habrá un espacio acotado de 2.500 metros cuadrados para marina seca, que se situará también en estos terrenos expropiados que se extienden justo detrás de las instalaciones actuales.
El cuestionado resultado de la apuesta "por mirar al mar"
Los equipamientos náuticos que se han construido en el término municipal durante las últimas décadas han sido más que discutibles. El Parque de la Historia y el Mar, que continúa vacío y sin uso diez años después de haberse terminado las obras, o el club náutico y la escuela de vela que se han levantado en La Casería, y que se hunden en el fango apenas unos años después de su apertura para desesperación de sus socios, son buenos ejemplos del resultado que hasta el momento ha tenido esa apuesta de La Isla por mirar al mar. En el náutico de Gallineras, la Junta de Andalucía, a través de la APPA, abordó hace ahora once años una importante renovación de las instalaciones con la colocación de nuevos amarres y pantalanes que han dado al puerto deportivo su imagen actual. La directiva hace tiempo que reclama una revisión de los términos de la concesión al argumentar que la obra que se hizo en su momento está ya más que amortizada con las aportaciones realizadas por los socios desde entonces y que superan el millón de euros. Al club, en todo caso, le falla la sede. "No está en consonancia con el puerto", advierte su presidente, Domingo González. Las instalaciones hace tiempo que se han quedado obsoletas y por eso esperan esa inversión municipal.
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