De La Isla al Himalaya

Frío de hasta veinte grados bajo cero, tienda de campaña congelada y un duro camino no impidieron al isleño José Manuel Jiménez de el sueño, la ilusión y la proeza de ascender al Island Peak, en la cordillera del Himalaya nepalí.

José Manuel Jiménez lo pasó francamente mal, pero la recompensa de coronar la cumbre de este gigante, que está a 6.189 metros del nivel del mal, hizo brotar en su rostro, a la vez que se comunicaba con su compañera Sole, lágrimas de alegría, de recompensa, por el esfuerzo realizado. Fue complicado, duro y exigente, pero a la vez fue tremendamente gratificante.

Anteriormente, el montañero de San Fernando ya había ascendido el Nagkar Tshang a 5.100 metros del nivel del mar y el Kala Pattar a 5.650 metros, pero lo más importante fue llegar a la cima de Island Peak, donde muy pocos pueden llegar a saborear todo el elixir de la naturaleza en su estado más puro.

Entre las vicisitudes cabe destacar el tener que unir dos días de ascensión, lo que significó un total de 10 horas continuadas escalando, para llegar a un punto en concreto de la travesía. Y sobre todo cuando estaba llegando al lugar señalado el tener que parar para respirar cinco veces consecutivas, cada paso que se daba.

La historia comenzó partiendo desde España hasta Nepal cogiendo dos vuelos consecutivos para llegar a Katmandú y, desde ese lugar, pasar a Lukla.

Es fundamental para un escalador de montañas el ir aclimatándose poco a poco del terreno, por lo que varios días se traducen en el trabajo específico para habituarse al frío, la altura o las inclemencias meteorológicas.

El primer punto fue Nangkar Tshung y, sin duda alguna, uno de los momentos más importantes del ascenso fue cuando pudo disfrutar de los chorten que son monumentos funerarios dedicados a todos los montañeros que dejaron su vida intentando escalar el Everest.

Posteriormente en un solo día subió el Gorakshep (5.100 metros) y seguidamente sin parar el Kala Pattar (5.650 metros), realizando hasta diez horas de descenso donde según se perdía altura, el cuerpo se iba sintiendo más fuerte y con más energía.

José Manuel Jiménez recibió al bajar el certificado de ascensión del Gobierno nepalí.