La Isla arría la Bandera Azul
El Ayuntamiento renuncia a esta distinción ambiental para la playa ante el coste de los nuevos requisitos
A finales de mayo, la Asociación de Educación Ambiental y del Consumidor (Adeac) dará a conocer las playas españolas a las que concederá la Bandera Azul, un distintivo de calidad ambiental que reconoce su buen estado y acredita la excelencia de sus servicios y medidas de seguridad.
En Camposoto, la enseña ondea prácticamente de manera ininterrumpida desde hace 18 años. Pero este verano no lo hará. No porque La Isla vaya a perder esta distinción, sino porque ha renunciado voluntariamente a solicitarla a falta de dos semanas para que se dé a conocer el listado de playas galardonadas.
Hay una razón de peso: la económica. Los nuevos requisitos planteados desde la asociación ambiental que concede la Bandera Azul suponen para el Ayuntamiento un coste difícilmente asumible en las condiciones actuales de la Administración local. Tanto que el Gobierno municipal lleva varias semanas planteándose seriamente no solicitar la Bandera Azul para este verano de 2013. Algo similar a lo que ocurrió en el verano pasado para las playas de El Puerto.
La decisión ya es firme. De hecho, las últimas gestiones que se han llevado a cabo esta misma semana –la consulta de distintos presupuestos que podrían abaratar los costes derivados de estas nuevas condiciones que plantea la Adeac– no han dado resultados.
¿Y cuáles son esos requisitos? Pues, fundamentalmente, uno: la contratación de los socorristas, una labor que hasta ahora han venido desarrollando –además, con gran eficacia– los voluntarios del servicio de Protección Civil, que recibían como contraprestación una gratificación.
La asociación organizadora, según explicaron fuentes municipales, requiere que el personal que esté en las torretas de vigilancia –en Camposoto hay cinco en total– esté contratado. Incluso, para el próximo verano plantea que este requisito se extienda a la totalidad del personal empleado en la playa.
“Los socorristas deben contar con una certificación de formación apropiada a nivel nacional o internacional. Sólo aquellos socorristas con suficiente acreditación de formación podrán ser contratados y ésta debe ser comprobada con anterioridad a su contratación. En cualquier caso, tanto la formación como la certificación deben ser exigidas según la legalidad vigente”, se afirma en la guía de interpretación de los criterios para la concesión de la Bandera Azul para playas.
“Los socorristas estarán contratados y se responsabilizarán únicamente de la prestación del servicio de salvamento y socorrismo, sin combinarlo con otras tareas, tales como, el alquiler de hamacas, la atención de un bar o chiringuito, la limpieza...”, añade.
Según los estudios previos realizados por el Ayuntamiento a través del servicio de Protección Civil y de la Delegación de Playas, la contratación de los cinco socorristas desde las diez de la mañana hasta las ocho de la tarde durante los tres meses que dura la temporada de baño ascendería a 54.207,70 euros.
Además, el Ayuntamiento no puede proceder a una contratación directa de los cinco socorristas. Tendría que recurrir a una empresa de servicios para poder cumplir con estas condiciones que pide la Asociación de Educación Ambiental y del Consumidor para conceder esta nueva Bandera Azul.
La inversión que el Ayuntamiento tendría que llevar a cabo para conseguir la Bandera Azul –y que el próximo año tendría que incrementar– choca también, sin duda alguna, con el plan de ajuste y los recortes que sufre la Administración local desde 2012.
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