"El papel de los suboficiales en la Armada es hoy más técnico"
Armada | Jesús Ángel Paz Pena, comandante director de la Escuela de Suboficiales
Los suboficiales, dice este capitán de navío, son "una herramienta imprescindible" en una Armada fiel a sus valores pero moderna y funcional
San Fernando/La Escuela de Suboficiales tiene carácter. Y no solo por sus 75 años de trayectoria. Es que este centro docente es mucho más que eso. "Es una instalación militar en activo desde finales del siglo XVIII", advierte el capitán de navío Jesús Ángel Paz Pena, que desde el pasado mes de julio ejerce de comandante director de este centro docente militar. No hay muchos así, comenta. "La historia de la Armada podría resumirse perfectamente sin tener que salir de aquí", apunta al señalar también al Panteón de Marinos Ilustres, con el que la ESUBO comparte ubicación. Es –admite este oficial– todo un orgullo dirigir una instalación así.
Aquí es donde nació el Cuerpo de Suboficiales de la Armada en 1943. Hasta entonces, aclara, habían existido los subalternos, con una función muy específica. "Eran cuerpos intermedios, los que trasladaban las órdenes de los oficiales para que se ejecutaran, los que estaban en contacto directo con la tropa y la lideraban desde una cercanía que probablemente en ese tiempo podía ser incómoda".
Aunque en esencia ese papel sigue siendo el mismo, el de "bisagra" entre la tropa y marinería y los cuerpos superiores, la función de los suboficiales ha cambiado mucho con el paso del tiempo. Se ha perfeccionado, se ha actualizado y modernizado en unas Fuerzas Armadas exclusivamente profesionales para adaptarse a a los nuevos tiempos. "Todo ha cambiado: la Armada y todos los que la formamos", apunta el comandante director de la Escuela al referirse a ese papel que hoy que se le exige a un suboficial y a esa función "cada vez más técnica" que asume en una Armada moderna y funcional, que nada tiene que ver con la de la segunda mitad del siglo XX, cuando las primeras promociones de suboficiales salieron de este centro de San Fernando. Con todo, afirma, hay cosas que no cambian.
"Hay algo fundamental. Los valores y virtudes del marino y del militar. Esas virtudes del marino en general y del suboficial en particular siguen siendo razonablemente las mismas, las mismas que se aprecian en el Panteón de Marinos Ilustres. Hablo de valores como la lealtad, el compañerismo, el compromiso, el preocuparse por sus subordinados, el ser leal con ellos y con tus jefes. Se trata, en definitiva, de ser esa bisagra entre la dirección y las órdenes y su ejecución", afirma el capitán de navío Paz Pena. "En este sentido, la función del suboficial sigue siendo la misma y se basa en los mismos cimientos que tradicionalmente hemos tenido. La coraza, lo de fuera, cambia pero lo de dentro, no. Antes los suboficiales eran más expertos. Ahora puede decirse que son más técnicos".
En su formación –explica– se han introducido dos importantes novedades que han contribuido a ponerse al día. Una es la homologación con las titulaciones oficiales del sistema educativo. "Un suboficial termina su formación con una titulación de técnico superior", señala. La otra novedad es la posibilidad de incorporarse directamente desde la calle, el acceso directo para jóvenes con la titulación de Bachillerato o con algunas titulaciones de técnico superior específicas. Para ellos, recuerda, se reserva un 20 por ciento de las plazas ofertadas en cada convocatoria. Todos estos cambios redundan en esa función "más técnica" que –apunta– tienen que asumir los futuros suboficiales de una Armada "extraordinariamente compleja y versatil".
Su misión en la Escuela es esa, prepararlos para ser ese "elemento clave" de la Armada que viene sobre la base de los valores de siempre. "Los suboficiales son una herramienta imprescindible. Es ese mando intermedio que permite embragar el motor para echar a rodar", afirma.
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