La imagen de Jesús Nazareno de San Fernando regresa tras su restauración a su templo entre la expectación y la emoción

Traslado del Nazareno de San Fernando en la Iglesia Mayor/Fotografía: Jesús Marín

San Fernando/"¡Mira que bonita ha quedado!", ¡qué bien está!", "¡qué alegría que ya esté de vuelta!". Los comentarios corren por la Iglesia Mayor, la casa del Nazareno de San Fernando, a lo largo del acto en el que la imagen restaurada se ha descubierto, ha sido bendecida y ha quedado expuesta bajo su altar, cerca de las puertas principales, para la veneración prevista en la jornada del miércoles. La expectación se ha mezclado con la emoción de las numerosas personas que han acudido a este rito de reposición.

Una tela morada tapaba la talla de Jesús Nazareno antes del inicio de la ceremonia. Así se despidió en abril, tras la Semana Santa del año pasado, cuando se retiró del culto para ser trasladada a los talleres de restauración de uno de los máximos reputados en la material, el especialista Pedro Manzano. Los trabajos han sido financiados con una subvención de la Dirección General de Patrimonio Histórico e Innovación y Promoción Cultural de la Junta de Andalucía, a cuya convocatoria de 2021 concurrió la hermandad para hacer frente a la intervención.

El primero en tomar la palabra ha sido el hermano mayor, José Fernández Mora, para desvelar su vinculación familiar al Nazareno, "mi abuelo fue la persona que me descubrió a Jesús Nazareno"; quien llegó con una carta de advertencia para que siempre que pudiera acudiera a verlo, "a darle las gracias y a pedir, lo que hacemos prácticamente todos los que estamos aquí". "Hoy es un día muy importante para quienes sentimos la devoción por el Nazareno. Es inmemorial, está más allá del tiempo y de nuestros tiempo. Nosotros lo vemos de una forma, mi abuelo lo veía de otra forma distinta, pero sea como sea representa, lo importante, a Dios", destacaba.

La imagen del Nazareno regresaba después de pasar por los talleres de Manzano, que estaba presente en el acto. "El más grande de La Isla ha estado en las manos del más grande para mí desde que se conoce este arte de la restauración dentro del orbe cofrade", ha defendido. El restaurador se ha preocupado, planteaba, "de enseñarnos al Nazareno de mi padre, de mi abuelo, de mi bisabuelo y de los primeros montañeses que poblaron la Isla de San Fernando". "Ese Nazareno que limpio de suciedad, de polvo, reluciente de belleza como siempre la ha tenido, va a estar nuevamente con nosotros, esperemos que por los siglos de los siglos", comentaba.

El vicario parroquial de la Iglesia Mayor, Daniel Robledo, se ha referido en la liturgia que ha guiado al templo como "una catequesis para conocer a Jesús, a Dios". No hace falta saber leer, sino ver, a Jesús atado a la columna, "hoy recobramos a Jesús con la cruz a cuestas", a Jesús Crucificado y a Jesús Yacente. "No podía faltar nuestro Jesús Nazareno", insistía, para ello la junta de la hermandad cuadró para que no estuviera ausente en las fiestas importantes. "Cuando llegué la Madrugá estará en la calle", añadía.

El rito de restitución seguía las pautas marcadas el encendido de los blasones, la lectura de la Palabra, las oraciones de los fieles y la bendición de la imagen, con el acompañamiento musical de Ensemble Jubilate Deo en distintos instantes de la ceremonia, para llegar la hora en el que movió la imagen hasta el altar de diario, acompañado Jesús Nazareno en las naves laterales por muchos fieles que se aglutinaron alrededor del pedestal colocado a los pies de este. Era el momento, ya lo fue antes, de las fotografías y los vídeos, pero también de la emoción contenido y las lágrimas.

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