"La hermandad es, sobre todo, los 364 días previos a la salida procesional"

José Fernández Mora | Hermano Mayor del Nazareno

La devoción al Nazareno le viene de familia. Ahora acaba de ponerse al frente de la cofradía que más y mejor representa a la Semana Santa isleña y a las pasiones y emociones que arrastra

José Fernández Mora, hermano mayor del Nazareno, en la casa de hermandad. / Román Ríos
Arturo Rivera Barrera

03 de noviembre 2019 - 05:00

San Fernando/Iba a cumplir 15 años cuando aterrizó en la cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno y María Santísima de los Dolores como hermano de pleno derecho al ingresar en su junta auxiliar, aunque en cierto modo –por aquello de las devociones familiares– en realidad es como si siempre hubiese pertenecido a la hermandad.

Al encuentro del Nazareno llegó, como tiene que ser, de la mano de su padre y alentado por la fe de sus abuelas, que cada año siendo un niño salían a buscarlo a altura de El Deán en la mañana del Viernes Santo. "Era siempre nuestro punto de encuentro con la procesión. Nuestra familia vivía en el barrio, en la calle San Marcos", recuerda al señalar la presencia doméstica de esa devoción al Nazareno que impregnaba el día a día de la casa.

Y, a pesar de su corta edad, aquellas mañanas de Viernes Santo de los años 70, en las que contemplaba cómo gente de todo tipo y condición se reunía en torno al paso para acompañar al Señor, le marcaron para siempre. "Lo recuerdo: allí había mariscadores que llegaban con los pies llenos de fango y gente de buena posición y bien vestida, pero todos se reunían en torno al paso acompañando al Señor y pidiéndole cada uno por sus cosas. Era bonito". Esa escena, que le impresionó tanto, la tiene grabada a fuego.

José Fernández Mora, abogado de 50 años, es desde hace una semana el nuevo hermano mayor del Nazareno, la gran devoción pasional de La Isla o –si lo prefieren– la hermandad que mejor personifica la Semana Santa de San Fernando y todas las pasiones y emociones que arrastra, que no son pocas.

"Vamos a retomar los trámites de la coronación. Sabemos que no es empresa fácil, pero tampoco imposible"

Se define como una persona muy observadora y autocrítica. Lleva años en su junta de gobierno, ha sido uno de los hombres clave en el sonado 250 aniversario de la hermandad y viene de esa generación de jóvenes que vivió la particular 'movida' cofrade de los años 80, una década que fue un auténtico boom para las hermandades en La Isla. "Aquellos años fueron un punto de inflexión para la Semana Santa. Fueron años de ilusión, de apertura, de un espectacular crecimiento de las hermandades... Recuerdo especialmente la buena relación que había entre los jóvenes de las distintas de todas las cofradías", apunta.

Fue, de hecho, una generación cofrade consciente de serlo, que sabía que estaba viviendo un momento decisivo. Hoy –admite el recién nombrado hermano mayor– estamos en deuda con lo que pasó en aquellos años y, sobre todo, con el trabajo que hizo esa generación de cofrades que nos precedió en las juntas de gobierno.

"La vida del cofrade es más que la salida procesional aunque ésta es un elemento muy importante y determinante"

Y todo eso importa –y mucho– porque viene a dar forma a la manera que Pepe Fernández Mora tiene de ser cofrade, de entender la vida en el seno de una hermandad y de la Iglesia católica y, por supuesto, a lo que supone o debe suponer ser hermano del Nazareno de La Isla.

Su programa de gobierno es amplio aunque todo –desde los detalles que planea incorporar a la salida hasta la formación o la labor social– orbita en torno a una idea esencial: dar sentido y contenido a la hermandad durante todos los días del año.

"La formación es fundamental para que el hermano sepa dónde está y qué pretende la hermandad"

"Creo que es un defecto que tenemos los cofrades en general y esta hermandad en particular: no podemos centrar el foco de los problemas o de la virtudes de la hermandad en una salida procesional y, si me apura, en la forma en la que se cargan los titulares u otros aspectos, que son importantes pero no determinantes de lo que deben ser la cofradía. La hermandad no es solo un día de los 365 que tiene el año. La hermandad es, sobre todo, los 364 días anteriores a la salida procesional. La madrugada del Viernes Santo, en nuestro caso, debe ser la conclusión de todo un año de trabajo y de experiencias que al hermano le satisfagan, le diga que tiene sentido estar en la cofradía", afirma.

José Fernández Mora, junto a una pintura del Nazareno. / Román Ríos

Sin ese contexto –continúa– ocurre que un hermano, por ejemplo, haga un drama si la cofradía no puede salir a la calle porque hace mal tiempo. "Eso es equivocado. La vida del cofrade es más que la salida procesional aunque ésta es un elemento muy importante y determinante de la vida de hermandad. Y, por supuesto, a todos los cofrades nos gusta, qué duda cabe", expone.

"Vamos a poner en marcha programas de voluntariado en los hospitales de Puerta del Mar y San Carlos, en UPACE y vamos a impulsar una pastoral penitenciaria"

Para ello, con su programa se ha propuesto como meta hacer a los hermanos de fila partícipes de una sustanciosa vida de hermandad. Lo primero –insiste– es retomar el programa de formación, que distinguirá entre jóvenes y adultos. "La formación es fundamental para que el hermano sepa dónde está y qué pretende la hermandad", apostilla.

También, claro, potenciar los cultos. Pero donde hace especialmente hincapié esa visión cofrade es en la vocación social de la hermandad, articulada en primer término en torno a la bolsa de caridad, "que funciona muy bien pero que vamos a potenciar al máximo" y que asume ese compromiso que en el 250 aniversario se intentó llevar a cabo con el economato social, un proyecto que no llegó a buen término. "Actualmente no podemos comprometernos con algo que por circunstancias legales, asociativas y requisitos burocráticos que no fueron contemplados en su momento y que posteriormente se pusieron sobre la mesa dificultan mucho la puesta en marcha del economato", explica. Eso sí, reitera, el compromiso de atender a los más necesitados permanece, está más vigente que nunca y se piensa atender desde la bolsa de caridad.

No será lo único. La junta de gobierno que preside José Fernández Mora se plantea también tres convenios –con los hospitales de Puerta del Mar y San Carlos, con UPACE y para desarrollar una pastoral de prisiones en instituciones penitenciarias– al objeto de fomentar el voluntariado, un compromiso que constituye una de sus grandes apuestas para los próximos cuatro años.

"El bordado del palio de María Santísima de los Dolores se va a retomar de inmediato"

Y, por su puesto, está la madrugada del Viernes Santo, para la que su equipo tiene también muchas ideas: incorporar hermanos con cruces o institucionalizar la estación de penitencia en las Carmelitas son solo algunas de ellas. Aunque también retomar "de inmediato" el proyecto de bordado del paso de palio y dar una solución a la cruz de carey del 250 aniversario para que pueda procesionar con la imagen de Jesús Nazareno buscando la fórmula para aliviar su peso.

Y sobre todo ello destaca un nuevo sueño: la coronación canónica de María Santísima de los Dolores. "Vamos a reiniciar e impusar los trámites. Sabemos que no es empresa fácil, pero tampoco imposible", apunta.

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