“El pregón es un espejo para mirarnos”
Juan Carlos Muñoz Rivero-Pregonero Semana Santa de San Fernando 2019
Juan Carlos Muñoz Rivero será el próximo domingo el encargado de pregonar la Semana Santa isleña
Es cofrade de cuna y miembro de una saga familiar con solera en los Afligidos
San Fernando/Tendría poco más de doce años cuando por primera vez acudió al pregón de la Semana Santa. Era 1981. Y escuchar a Pablo Quijano en el viejo cine Alameda mientras exaltaba a su particular modo y manera a las hermandades de La Isla le dejó huella. Aquel Domingo de Pasión, Juan Carlos Muñoz Rivero volvió a su casa dándole vueltas a una ilusión que no conseguía quitarse de la cabeza: la de que algún día daría el pregón de la Semana Santa de San Fernando, que sería el encargado de anunciarle a los isleños que llegaba un nuevo Domingo de Ramos. Ahora es su turno. Dentro de una semana tendrá que cumplir con esa misión en el Teatro de Las Cortes.
"Solo he faltado a un pregón de la Semana Santa desde aquel Domingo de Pasión y fue porque me tocó en una mesa electoral", confiesa el pregonero de 2019. Para él es algo fundamental. Forma parte del rito que acompaña a la Semana Santa. El pregón –dice– siempre es "un espejo en el que mirarse" para los cofrades. De hecho, anima incluso a los más jóvenes a asistir y arropar esta tradición que sitúa a la ciudad en la antesala de su mayor celebración. Cuando un pregonero sale al atril se ve obligado a abrir de par en par su corazón para hablar de las cofradías, de la ciudad, compartir sus vivencias, sus recuerdos familiares... ¿Acaso hay mejor manera de formar a un cofrade, de explicarle a la gente qué significa pertenecer a una hermandad, vestir una túnica o meterse debajo de un paso? "Casi podría decirse que es una cuestión de formación", apunta Juan Carlos.
Su pregón viene con la garantía de un cofrade de cuna –hermano de los Afligidos desde que nació– y de una las sagas familiares más cofrades de San Fernando. Entre las tres generaciones Muñoz superan la veintena vistiendo la túnica de los Estudiantes en la tarde del Lunes Santo. Y eso es ya de por sí como otro pregón de la Semana Santa, una especie de declaración de principios. Su padre, Manuel Muñoz Jordán, también fue pregonero, amén de presidente del Consejo de Hermandades durante más de dos décadas. "De hecho, es la primera vez que se da, que padre e hijo son pregoneros de la Semana Santa", apunta.
Reconoce que ha disfrutado escribiendo el pregón en estos últimos meses. Desde luego, tenía mucho que contar, muchas vivencias: desde los recuerdos de cuando su padre le llevaba a los ensayos de la recién fundada cuadrilla de hermanos del Nazareno, a sus amistades en la junta auxiliar, su experiencia con la carga que inició con una trepá en el paso del Gran Poder por la calle Real de la que todavía se acuerda.... "Es un pregón cofrade", advierte. Qué duda cabe, un pregón cofrade y de un cofrade que no es que lleve toda la vida en esto de las cofradías sino que ha vivido siempre en las hermandades. Juan Carlos, de hecho, es en la actualidad el vocal de formación de la junta de gobierno de los Afligidos "donde, menos hermano mayor, he sido de todo". De hecho, hasta pertiguero del cuerpo de acólitos durante un buen número de años. Es hermano también del Santo Entierro desde que en los 90 formara parte de la cuadrilla del Cristo Yacente y de la hermandad sevillana del Gran Poder.
Será un pregón clásico, advierte. Algo totalmente comprensible ya que se trata de un cofrade de los Afligidos. "No habrá aditivos", añade. "Solo la palabra". "Para mí, los pregones deben ser así, con la palabra se tiene que decir todo, tiene que llegar para contar lo que uno quiere".
El hilo argumental será una suerte de cronología pasional que se alternará con otra, la de los sentimientos y emociones, para terminar –es una de las pocas cosas que revela de su pregón– con su hermandad de los Afligidos.
Ahora bien, de entre todos los temas que tocará el pregonero el próximo domingo, uno es especialmente importante para él: "La importancia de vestir la túnica y acompañar a los titulares en la salida procesional", admite. Muchos son los cofrades que, llegada cierta edad, cuelgan el hábito nazareno "y los ves por la acera acompañando a la hermandad". Para el pregonero es una situación que hay que revertir. "Los cofrades tenemos que darnos cuenta de la importancia que tiene vestir la túnica".
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