Klara, el brutal crimen que San Fernando no olvida
Esta semana se han cumplido 22 años de uno de los asesinatos más horribles e irracionales cometidos en las últimas décadas: la noche en la que Klara García fue salvajemente apuñalada por dos compañeras de instituto en El Barrero
San Fernando/Clara María García Casado -Klara- solo tenía 16 años cuando fue asesinada a puñaladas a manos de dos compañeras del IES Isla de León, Iria Suárez y Raquel Carlés, a las que tenía por amigas. El brutal crimen ocurrido en la noche del 26 al 27 de mayo del año 2000 en resulta imposible de olvidar en La Isla.
Conmocionó a toda la sociedad, fue el primer caso en el que se aplicó la recién aprobada Ley del Menor y todavía hoy -esta semana se han cumplido 22 años- se sigue recordando con estupor y sigue espantando por su sinsentido el que ha sido uno de los crímenes más horribles cometidos en las últimas décadas.
El descampado en el que Klara perdió la vida aquella fatídica noche es hoy un amplio parque que rodea al Observatorio de Marina, donde juegan los niños, se reúnen familias enteras para pasar la tarde o celebrar cumpleaños y donde se levanta una pequeña escultura en su memoria: un unicornio alado que se basa en uno de sus dibujos y que frente al horror de un crimen irracional representa todo aquello que la adolescente isleña terminó simbolizando sin pretenderlo: la inocencia, la amistad, la paz, la alegría...
Más de 20 años después, todavía sobrecoge la dramática historia. En el asesinato de Klara no hubo móvil. Iria y Raquel -que se hacían llamar 'las Brujas'- lo hicieron simplemente por saber qué se sentía al matar, como después demostrarían las investigaciones policiales y el proceso judicial, que dejaron claro que el crimen había sido cuidadosamente premeditado y ejecutado con suma frialdad.
De hecho, durante los meses siguientes se supo incluso que no había sido la primera vez que las dos niñas habían intentado cometer un crimen. Tan solo unas semanas del asesinato de Klara antes hubo un 'ensayo' previo en unos aseos del centro comercial Bahía Sur que se frustró y que se confundió con un intento de robo. También se supo de su admiración por José Rabadán, el asesino de la catana, al que incluso habían escrito algunas cartas.
El abogado de la familia de Klara, José Ignacio Quintana, recordaba en declaraciones a este periódico hace dos años la frialdad de las dos menores detenidas mientras cantaban en los calabozos cuando esperaban para declarar ante el juez, su absoluta falta de arrepentimiento ante el crimen que habían cometido, la indiferencia con la que se referían a Klara tras haberle quitado la vida... Pasadas dos décadas de lo ocurrido seguía siendo el caso que más le había impactado en su carrera: "Fue un crimen impactante, absolutamente horrendo, sin explicación... No hubo móvil. Mataron solo por saber qué se sentía al matar y esa irracionalidad acrecienta aún más la barbarie cometida", afirmaba.
Las detenidas, juzgadas conforme a la Ley del Menor, fueron internadas en un centro de menores y se les permitió salir a la calle en 6 años para indignación de los ciudadanos. Ninguna, claro, regresó a San Fernando después de aquello. Una se marchó a Galicia y la otra a Madrid. De Iria, que estudió psicología, se supo en 2019 al estallar el escándalo en Oxford, donde había sido contratada por una escuela de primaria. Varios rotativos sacaron a la luz su pasado -al haber cometido el crimen cuando era menor, éste había desaparecido del registro, por lo que su expediente estaba limpio- y la noticia corrió como la pólvora escandalizando a la opinión pública. A Raquel, sin embargo, se le pierde la pista en la capital madrileña.
Lo ocurrido en Oxford puso además de manifiesto que aquel asesinato cometido hace 22 años sigue estando todavía muy presente en la sociedad. A nadie de los que vivieron aquello se le olvida.
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