¡Cómo goza La Isla su Navidad!
Fiestas
De nuevo la inauguración de la Casa de Papá Noel fue un acto multitudinario
Manolo Casal pregona una Navidad que la calle ya vive con entusiasmo
"¡Mira, mamá, la Casa de Papá Noel!", grita con entusiasmo Manuel, un vecino isleño muy pequeño que señala a lo lejos, hacia la Plaza de la Iglesia, en la que se divisa, rodeada de gente, la morada de Santa. Apenas hace unos minutos que la han inaugurado y la cola para visitar la estancia parece demasiado larga para la paciencia de algunos padres. "Ponte y luego venimos nosotros. Calculo que sobre una hora estarás cerca de la puerta", dice con sorna un hombre a una mujer mientras miran de reojo la fila de familias que esperan su turno para poder sentarse con Papá Noel, que se extiende calle Real abajo (hacia Capitanía) y que se encuentra a la altura de la marquesina del tranvía que hay cerca de los Gallegos.
Dentro de la vivienda, los primeros afortunados ya sonríen a un Santa Klaus que les anima a acompañarlo en el sofá, para que sus padres inmortalicen la imagen con sus móviles. También ayuda la elfo que servicial está junto a la puerta recibiendo a los exultantes o tímidos visitantes. Por la puerta de salida se asoman algunos pequeños que miran sorprendidos la escena. "Mañana nos ponemos en cola si quieres", dice una madre para que el niño no se enfade por no poder entrar en ese momento. Algunos optan por hacer la foto a sus hijos ante el árbol que adorna la fachada de la casa, muy navideña.
La decoración también destaca en el interior, muy hogareño, con elementos navideños y detalles sobre el personaje que la ocupa. El perchero de la entrada tiene paraguas y un gorro, pero además de él cuelga un saco con regalos. En una pared destacan las fotos en torno a un lema De ellos todo lo aprendemos que muestran a pequeños con sus familias y mascotas. No faltan las figuritas de renos, un tapiz con el dibujo de un mapamundi o las zapatillas de casa de Santa.
Han pasado unos minutos desde el acto de inauguración en el que ha cantado el coro del instituto Botánico, y alrededor de la Casa de Papá Noel el jolgorio continúa. Hay personas que optan sin embargo por disfrutar de los otros placeres navideños de la tarde. Se acercan por ello a la puerta de la Iglesia Mayor donde el viernes por la noche se inauguró el belén municipal. Este año se ha enrejado para dificultar los actos vandálicos del año pasado cuando desapareció el niño Jesús. Su figura no está todavía mientras no llega Nochebuena. "Qué bonita las figuras", comenta una ciudadana que, a pesar de ello, no parece muy de acuerdo en que el niño Jesús no se encuentre ya en su cuna de paja. No le ha importado a los más pequeños ilusionados por asomarse: en brazos de sus padres o a hombros los que quedaban más lejos, en primer fila y desde el suelo sin obstáculos por medio otro grupo que no se despegaba.
No era la única escena del belén que podía verse en la ciudad, muy cerca dos belenes vivientes mantenían la expectación despertada otros años, con muchos jóvenes como protagonistas. En el belén de la escuela San José los actores modelaban el barro, la masa, atendían la pescadería y cuidaban del rebaño o cortaban la madera para la carpintería. Podrá visitarse también hoy, entre las 11.30 y las 14.30 horas, con actuaciones previstas de la banda orquesta de la Escuela de Música San José a las 12.30 horas y del coro de la Escuela San José a las 13.30 horas.
A unos metros también recibía a los visitantes la propuestas de la hermandad de Columna y la Orden Seglar de los Siervos de María (Servitas). Allí les recibe un huerto con lechugas, el burrito Tomate, pavos, gallineras o cabras, y una representación minuciosa de la ciudad, con lavadero, panadería, tenderete de dulces o un asador de castañas; romanos, el nacimiento (con María, José y el bebé), los tres reyes magos y algunos pastores. También hoy estará abierto, de 11.00 a 15.00 horas y de 18.00 ha 21.00 horas con representaciones teatrales a las 12.30, a las 18.00 y a las 20.00 horas.
Las zambombas se habían sucedido y seguían animando el ambiente en los bares y restaurantes de la zona, mientras los isleños visitaban los mercados navideños y el centro. En el Teatro de Las Cortes, en torno a las 19.30 horas, la palabra la tomaba Manolo Casal para pregonar a la Navidad, en una cita en la que no podía dejar de recordar su feliz infancia y sus navidades familiares, pero también para defender a estas fiestas por los buenos principios y valores que despierta.
Esos que por la mañana habían guiado a la caravana de vehículos que recorrió parte de la calle Real con un fin solidario: entregar en el centro de congresos juguetes para la campaña de Reyes Magos Ningún niño sin juguetes. Hubo música, personajes como un oso polar, de Piratas del Caribe o el Grinch, para amenizar la cita.
También te puede interesar