Luces y sombras de la polémica Fuente de la Comunicación

El isleño opina a pie de calle sobre el traslado de un monumento construido en 2000 como referente de la ciudad

Imagen de la Fuente Tusquets, tomada ayer desde la calle Real.
Imagen de la Fuente Tusquets, tomada ayer desde la calle Real.
María Llebrez / San Fernando

11 de octubre 2008 - 01:00

Fuente de la Comunicación, fuente Tusquets o La mohosa, tal y como se la reconoce a pie de calle, el monumento levantado en 2000 como adalid de la modernidad y símbolo de San Fernando, suscita más enemigos que simpatizantes entre los vecinos de la localidad. Ésa es al menos la impresión que resulta tras trasladar la pregunta sobre su cambio de ubicación a los isleños que ayer circulaban por una calle Real en laberínticas obras. Pocas opiniones se limitaban a valorar en exclusiva esta modificación en la instalación de la misma como consecuencia de las obras del tranvía. Los más apostillaban rápidamente: "Nunca tenía que haberse hecho, ni haberse puesto en una zona tan visible de la ciudad".

Su traslado a un lugar próximo -en el Parque del Oeste- la deja relegada a un levísimo segundo plano respecto al actual, una circunstancia que incluso llega a molestar a los viandantes. "Es una lástima que no hayan aprovechado para quitarla definitivamente de en medio", afirmaba Nieves de los Santos. Pero esa decisión no es tan fácil de tomar para el Ayuntamiento, especialmente cuando ésta costó 113 millones de las antiguas pesetas tan sólo ocho años atrás. "Fue desde luego demasiado dinero como para ahora convertirla en chatarra", afirmaba por su parte Francisco García, quien se mostraba algo más condescendiente con la permanencia de la misma.

La nueva ubicación de este monumento, sin embargo, no despertaba especial curiosidad en la mayoría de los encuestados, a quien no les parecía el lugar más idóneo, sobre todo, por seguir siendo "demasiado visible", explicaban algunos. "¿No iban a ponerla en Fadricas, por qué no se la han llevado allí?", llegaba a preguntarse uno de los entrevistados. "No entiendo desde luego cual es la simbología del monumento, creo que en San Fernando se han hecho estatuas, esculturas y elementos decorativos mucho mejores que ése y están instalados en zonas mucho más perdidas", apuntaba por su parte Silvia Fernández. Ejemplos daba a este respecto Nieves: "la rotonda de Rafael Ortega, la estatua del Camarón o el monumento al Salinero dicen mucho más de lo que somos y lo que representamos".

Tan sólo un hombre, Francisco López, lamentó su cambio de ubicación, "porque perderá importancia". Francisco precisamente consideraba apropiada la presencia de esta estructura en uno de los accesos a la localidad. "Muchos opinan por opinar, no saben que el material con el que se realizó es así, con apariencia de oxidado, y no es una consecuencia del agua que le cae", explicaba. A su juicio, se ven estructuras mucho más extrañas en otras ciudades y no se critican como ésta. Un poco de luz tan sólo para una fuente en la que los isleños proyectan más bien sombras. Porque para la mayoría, se ha perdido una oportunidad de oro para hacerla desaparecer de la vista.

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