Un Martes Santo de devoción por las calles de San Fernando

San Fernando/Amaneció el Martes Santo con frío y el cielo encapotado. Unas nubes blancas que no desaparecieron durante toda la jornada pero que no evitaron que La Isla disfrutara de su Martes Santo. Este día familiar volvió a vivirse con intensidad y devoción, como el año pasado, en una vuelta a la normalidad: la de los incensarios balanceándose a las puertas del templo, que está a punto de salir el Misterio o la Virgen, la de la estampa de los niños con un lugar especial en los cortejos, las de las salidas a reventar de cofrades. Estaban llenas las inmediaciones de la iglesia de San José Artesano para ver al Prendimiento. Tampoco se cabía en la plaza de la Pastora para ver a la Oración en el Huerto. Y por supuesto era difícil pasar a las puertas de San Francisco para observar el inicio del recorrido de Caridad.

La primera en salir a la calle era la hermandad de Prendimiento. Que apenas un minuto después de la hora fijada abría las puertas, lo hizo la alcaldesa, Patricia Cavada, de San José Artesano ante el entusiasmo de todos los presentes. El bullicio que en los minutos previos había caracterizado el ambiente se transformó en silencio, atentos todos los presentes a las maniobras para desplazar el trono hacia el exterior, situarlo justo a un paso del a rampa de bajada, elevarlo para quitar las ruedas y proceder tras bajarlo a la primera levantá.

La banda tocaba en los primeros compases Amargura, para luego continuar con el Himno, Señor del Prendimiento, Oh, Pecador y La bendición de Dios. Ante los ojos de los presentes se mecía el portentoso paso de misterio del Prendimiento en el que pudo verse ya la segunda fase del dorado de la talla salida de los talleres de Manuel Guzmán Fernández que ejecuta Manuel Verdugo, consistentes en la mitad de los canastos laterales y sus respectivas cartelas centrales. La obra ha dado un vuelco impresionante al paso.

La misma operación se siguió para sacar a la Virgen del Buen Fin. El mismo silencio imperó en esos instantes. La misma devoción estuvo contenida hasta desbordarse en aplausos. Quienes aguardaron su paso hacían mención a las flores que adornaban el paso de palio, rosas, alelíes y astilbes en tonalidades rosas para dar el apoyo de la hermandad a las mujeres con cáncer de mama.

Apenas medio ahora después se abrían las puertas de San Francisco para que la cruz de guía anunciara la salida de Caridad. La campana del iglesia franciscana castrense habían sonado a las 19.00 horas en punto y poco después los penitentes comenzaban su recorrido por las calles isleñas. Incluso un nutrido grupo de pequeños cesta en mano que –como en Prendimiento– no dudaron en entregar las estampas con la imagen del Señor que tenían preparadas para repartir a quienes deseosos las demandaran.

Muchas personas quisieron inmortalizar el momento de la salida del paso con los móviles. En la iglesia del Parque hubo hasta una videollamada de una mujer para su madre. Una emotiva oportunidad para que los mayores disfruten de esos momentos con la implicación directa de la familia.

La hermandad de la Caridad mostró también en la calle este Martes Santo una nueva fase del paso de orfebrería que se está realizando en los talleres de los Hermanos Delgado, algo que supone un avance clave para la terminación de esta magna obra iniciada en la Semana Santa de 2008 al permitir una mayor imagen del conjunto.

De nuevo resultó espectacular su tránsito por el lateral interior de la Alameda Moreno de Guerra, con los móviles y cámaras preparadas para captar el momento. Quienes lo veían a cierta distancia apreciaron la estampa de la Nuestra Madre y Señora la Santísima Virgen de la Caridad y Santísimo Cristo de la Salvación en el Misterio de su Sagrada Mortaja entre árboles, con el antiguo cine Alameda al fondo y el pintoresco templete de la plaza como testigo.

Cuando la hermandad de San Francisco se encaminaba a bajar por dolores para en un recorrido paralelo a la calle Real dirigirse hacia la Iglesia Mayor, la hermandad de la Oración en el Huerto ya había entrado en Carrera Oficial. Su largo cortejo era admirado por quienes desde las sillas y palcos disfrutan de la Semana Santa isleña. Si este recorrido lo comenzaban con las luces del día todavía iluminando el centro, terminaban sin embargo con la noche ya caída, y las luces de la Plaza del Rey ya encendidas.

La nueva estructura instalada para esta Semana cofrade permite ver a quienes se colocan en su trasera, en la plaza, el camino de los pasos. Así, muchas personas habían acudido, tras dejar a Caridad ya en la calle, hasta este punto céntrico para vivir el momento. Huerto luciéndose, meciéndose, avanzando, sosegado o más rápido al ritmo de las marchas. La Virgen de Gracia y Esperanza iluminada por las velas y los focos nuevos. Mientras superaba el último tramo de Carrera Oficial, también la tribuna principal, con el palco de autoridades y del Consejo Local de Hermandades y Cofradías, por la calle de la trasera del Ayuntamiento discurría el misterio.

En esta salida de Martes Santo la Virgen de Gracia y Esperanza estrenó una nueva saya bordada sobre fondo burdeos, lo que supuso todo un cambio en esa imagen que habitualmente ofrece la dolorosa coronada bajo su paso de palio, en el que tradicionalmente han predominado siempre los colores blanco y verde. El contraste, sin embargo, funcionó y ayudó a realzar la belleza de la talla. La obra, que se bendijo durante la pasada Cuaresma, ha sido realizada por el taller de bordado de la cofradía.

Avanzaba el Martes Santo, pendientes todavía la Carrera Oficial de Prendimiento y Caridad y sobre todo el momento de la vuelta de las tres hermandades hacia sus templos. Momentos de devoción para vivir en la Pastora con el Huerto, en las Siete Revueltas con Caridad y en el Parque con Prendimiento, la última que tradicionalmente se recoge.