Los Urtubey, reconciliados con San Fernando
Memoria Histórica
La familia Urtubey agradece el reconocimiento su tío abuelo, Carlos Urbutey Rebollo, concejal represaliado en el 36
Tras décadas bajo la creencia de que seguía en el olvido de la ciudad, han descubierto el homenaje a su pariente y el trabajo de Amede
Reconocimiento a Carlos Urtubey Rebollo, uno de los concejales de San Fernando represaliados en el 36
Hace más de dos años y medio que San Fernando rindió homenaje a los integrantes de la Corporación del 36 que fueron fusilados. Hace unos meses el mismo salón donde se desarrolló ese emotivo acto, la Sala Capitular del Ayuntamiento, acogió la capilla ardiente del alcalde Cayetano Roldán y el concejal Eladio Barbacil, tras la entrega a la familia de los restos recuperados de la fosa común del cementerio isleño e identificados por el ADN. La casualidad ha hecho posible que hace unos días se pudiera producir una cita, igual de conmovedora, para la entrega del reconocimiento al edil Carlos Urtubey Rebollo a su familia, que ahora después de casi nueve décadas se reconcilia con San Fernando.
"Recuerdo que mi padre, que era hijo único, nos dijo en los años noventa que él nunca había querido ir a San Fernando, de donde eran mi abuelo y su hermano, porque no habían tenido nunca un recuerdo, ningún detalle. Para nosotros fue como una especie de testamento. Nunca habíamos entrado en San Fernando", cuenta Carlos Urtubey, el sobrino nieto del concejal asesinado. Descubrir este homenaje de la ciudad a su tío abuelo ha supuesto para la familia "enamorarnos de San Fernando". "Volveremos, sin duda", deja claro.
La reconciliación con la ciudad es fruto de una casualidad. Urtubey está jubilado y pasa parte del año en Conil. Allí asistió a la presentación de Tres días del 33. En la firma del libro le mencionó al autor que era descendiente de gaditanos, que a su tío abuelo lo mataron en San Fernando y que la familia siempre había lamentado que lo tuvieran en el olvido. “Un colaborador me aclaró que se habían hecho muchas cosas, que se había exhumado las fosas comunes y que se habían identificado a algunas personas”, menciona.
"Me habló del libro de Miguel Ángel López Moreno [República, alzamiento y represión]", que sacó de la biblioteca conileña. También contactó con la Asociación para la Recuperación de la Memoria Democrática de San Fernando (Amede). "Me llamó Ángeles [Fernández Roldán], la presidenta. Conocí a otros integrantes y me enseñaron qué se había hecho en el cementerio. Acudieron también algunos concejales", explica. A ese encuentro siguió poco después un acto para la entrega del edicto de la concesión del título de Concejal Honorario y la medalla de la ciudad. Estuvo Carlos y su hermana y su marido, "mi hermano no pudo venir por trabajo, ni mis sobrinas", detalla.
"Somos una familia pequeña, los únicos Urtubey de España y nos importa mucho los nuestros", comenta. Por eso ha sido tan importante conocer datos que desconocían sobre su tío abuelo. Sabía que estaba casado, aunque no el nombre de su esposa –Carmen Varo–. Conocían que era funcionario y director del laboratorio municipal, pero no que fuera el médico forense municipal, ni concejal. Por eso ha sido tan especial comprobar que recuerdan a su pariente. O acudir a la Universidad de Cádiz y conocer que existe una colección de 16 láminas de plantas que pintó en su época de estudiante (era pintor aficionado) y que se encuentra en los fondos del Museo de Ciencias Naturales de Madrid.
Pero las casualidades no terminan ahí. En el encuentro con Amede, Carlos Urtubey descubrió que fue él mismo quien firmó la carta con la documentación sobre un expediente judicial que solicitó uno de los miembros de la entidad al Ministerio del Interior en 2008 sobre su abuelo. "Estuve en ese ministerio dos años, con José Antonio Alonso. Recibíamos peticiones sobre expedientes de encarcelamiento, juicios y fusilamientos", recuerda. En el Ministerio de Defensa encargó a Margarita Jiménez esta tarea, "porque también llamaban buscando datos, incluso sobre cómo habían muerto guardia civiles y policías armados en los años 40 o 50. Todo el mundo colaboraba cuando llamabas a donde fuera pidiendo información", desvela.
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