El Museo Camarón reaviva el interés por abrir un hotel en plena calle Real

San fernando/Un nuevo establecimiento hotelero podría abrir sus puertas en plena calle Real -algo que en La Isla se sueña desde hace décadas- si los planes que el equipo de gobierno se trae entre manos desde el año pasado para la parcela que se sitúa justo frente al Castillo de San Romualdo llegan a buen puerto. Lo cierto es que, más allá de las pretensiones municipales, el interés en este suelo que se reparte entre las calles Real, Benemérita de la Guardia Civil y San Marcos y que el Ayuntamiento quiere destinar a la construcción de un nuevo equipamiento hotelero se ha disparado al confirmarse recientemente el proyecto para la construcción del Museo Camarón que se levantará junto a la Venta de Vargas, a tan solo unos pocos metros de distancia. Tanto es así que en el Consistorio -ayer lo confirmó la concejala de Desarollo Urbano, Claudia Márquez- se ha registrado formalmente una petición solicitando que se inicie desde la administración local un procedimiento de enajenación de estos suelos, para los que el nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) prevé un uso terciario, con la idea de afrontar su desarrollo. Y, según fuentes municipales, hay constancia de al menos otras dos empresas interesadas en esta operación urbanística, que ha llamado la atención de potenciales inversores. Un esperanzador panorama que daría otra perspectiva bien distinta a estos planes del equipo de gobierno.

La parcela en cuestión, recalca Márquez, presenta varias características que la hacen especialmente atractiva ya que se sitúa en la puerta de la calle Real y del centro, en el comienzo de la plataforma peatonal que se ha habilitado a partir de las obras del tranvía pero también accesible al tráfico rodado y, además, muy próxima al nudo de la Venta de Vargas, que es uno de los dos accesos principales que tiene la ciudad. A eso se suma su cercanía al proyectado Museo Camarón -hace un mes que se firmó el convenio mediante el que la Junta financiará su construcción con 3,5 millones de euros procedentes de los fondos europeos- y a otros dos importantes equipamientos culturales: el del Castillo de San Romualdo, donde se muestra el contenido expositivo del Museo Histórico Municipal, y el Museo Naval que la Armada abrió el año pasado. La puesta en marcha de este establecimiento hotelero se relaciona también con los planes del equipo de gobierno para potenciar la plataforma de la calle Real como el gran eje cultural de la ciudad, que es uno de sus principales compromisos electorales. De ahí que esté especialmente interesado en esta actuación.

Varias han sido las tentativas que se han registrado a lo largo de las dos últimas décadas con la intención de abrir un nuevo establecimiento hotelero en la ciudad y, especialmente, en el centro de San Fernando. Ninguna de ellas -los ejemplos de la Casa Lazaga o de la casa de la Cruz Roja son los más llamativos y conocidos- ha conseguido prosperar, si bien es cierto que se trataban también de actuaciones planteadas en unos escenarios y momentos mucho más complicados que el de ahora. Desde la reapertura del hotel Salymar en el año 2003 no se ha conocido en San Fernando una iniciativa de similares características, lo que da buena cuenta de las dificultades que siempre ha entrañado este tema. Ni siquiera al calor del Bicentenario de Las Cortes que se celebró en 2010 se consiguió que prosperara una actuación de este calibre a pesar de que, años antes, había sido una de las metas que se aspiraba alcanzar con la gran conmemración. El déficit de camas hoteleras es, de hecho, una de las principales asignaturas pendientes que arrastra la ciudad.

Parte del espacio que ocuparía el futuro hotel procede de la expropiación forzosa del inmueble situado en el número 4 de la calle Benemérita de la Guardia Civil, que aunque se formalizó hace ya varios meses -su valor supera los 87.000 euros- no se incorporará hasta ahora al patrimonio municipal de suelo. La actualización del inventario es, precisamente, uno de los puntos que está previsto que se lleve al próximo pleno ordinario y que esta semana se tratará en la comisión informativa del Área de Desarrollo Urbano.

La finca, que lleva años ya sin uso alguno, ocupa una superficie de 125,19 metros cuadrados aunque a ella se sumaría el solar colindante de la calle Real para abarcar un espacio mucho más amplio. En total, serían 701,60 metros de edificabilidad repartidos en tres plantas de altura en la puerta de acceso al centro de la ciudad.