La seducción de Nathy Peluso en el concierto de Bahía Sound en San Fernando

El público se entrega a la cantante argentina que muestra en el escenario la fuerza de sus temas

Nathy Peluso, en el concierto de Bahía Sound en San Fernando. / D.C.

San Fernando/Natalia pisa fuerte, decidida, atrevida y consciente. Canta, baila, rapea y habla y cada palabra o gesto origina una nueva reacción del público, entregado de principio a fin. Nathy Peluso pasea triunfal por el escenario del Bahía Sound en San Fernando, en un concierto de lleno absoluto.

Hasta la zona lateral reservada para quienes cenan en el recinto se ha acondicionado con sillas para recibir a los fans de la artista argentina que conoce el efecto que causa y se contonea y provoca con sus movimientos. La noche comienza con Celebré, y el público celebra. Está de fiesta. También Peluso, pero ella la compagina con mensajes contundentes, de poder, control y fortaleza. "Tengo fuerza pa' partir el coco. Tráeme la navaja filosa. Argenta como la negra Sosa. Tú sabes que soy la peligrosa", comienza Sana, Sana, la segunda canción de la noche.

El tono melancólico de Buenos Aires se rompe pronto con Trío, uno de los ejemplos de la libertad sexual a la que canta Nathy Peluso. De amor, de desamor, del dolor de la ruptura, pero siempre desde el control -"que alguien me diga cómo librarme de ti", dice en Puro Veneno-, del orgullo de ser mujer, o de la defensa de su cuerpo tratan algunos de sus temas. "Ajá, mujer con hambre de poder. (De mafiosa; ¡poderosa!; pa' trabajar). Ya no pido perdón ni permiso", canta en Mafiosa.

Todas las canciones despiertan el entusiasmo del público, derretido por el baile de la cantante, sumiso con los movimientos de cadera, los giros de cabeza, con el pelo al viento gracias a los ventiladores que ocupan un espacio especial en el escenario. Nathy Peluso seduce. "Mi gente, ¿están gozando?", pregunta a los asistentes en varias ocasiones.

El éxtasis del público se desborda con los reconocidos Natikillah, La Sandunguera, Nasty Girl o Business Woman. Suben brazos, se levantan para saltar, bailan en la cola de la barra, corren para volver a sus asientos y grabar, móvil en mano. Cantan con ella los ritmos más raperos y de trap, pero también la salsa de Puro Veneno. Les gusta sus letras: los versos "una perra sorprendente. Curvilínea y elocuente. Magníficamente colosal. Extravagante y animal", de Nasty Girl; el "En la disco quiero tu mordisco, gateando en la disco, dame en la disco, dame en la disco", de Delito; o el "me llaman porque soy una business woman. Tengo negocios que dirigir yo sola. Hago guita desde que nací bien piola. Me llaman porque soy una business woman".

Nathy Peluso no ha estado sola, bien acompañada por sus músicos (a la guitarra, el trombón, la trompeta, la percusión, la batería o el teclado), bien arropada por su público. "Gracias mi gente, ha sido un verdadero placer. Los amo de todo corazón. Espero verlos muy pronto. Bendiciones", son las palabras de su despedida. Aunque más tarde, tras cantar el último y definitivo tema, Agarrate, lanzará besos y saludos ante el deleite del público.

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