El Nazareno pasea su aniversario
conmemoración
El Regidor Perpetuo protagoniza en su 250 aniversario una salida extraordinaria por el centro
Numerosos isleños arroparon a la hermandad
San fernando/El Nazareno salía en un día especial por las calles de la ciudad para recordar a los isleños la vinculación que les une después de 250 años de vida. Son dos siglos y medio en que La Isla ha crecido ligada a una hermandad que ha pasado numerosas vicisitudes para hacer una historia grande, gracias a los cofrades que han ido acompañando sus años, que han mostrado su devoción infinita. Ayer sus hermanos, nerviosos, emocionados, solemnes, vivieron con intensidad este momento culmen de la conmemoración. No estuvieron solos, el mundo cofrade isleño quiso andar ese camino con ellos. También estuvieron presentes muchos isleños que acudieron a la salida del templo y arroparon en su recorrido al Regidor Perpetuo.
El viernes, sobre un antiguo paso que ahora aprovecha una hermandad de Chiclana después de que fuera también trono de la hermandad del Prendimiento, el Nazareno había estado acompañado en el altar preparado para el pontifical por la Virgen de los Dolores, titular de la hermandad, y las figuras de San Juan Evangelista y María Magdalena. Esta vez, sin embargo, iba solo en el camino por Real, General Serrano, Las Cortes, González Hontoria, San Esteban, Cardenal Spínola , San Servando, San Vicente, San Juan o San Nicolás, entre otras calles del itinerario por el centro y por el barrio de la Iglesia Mayor. Al menos era así sobre el paso, con la cruz a cuestas; porque no podía decirse lo mismo de su alrededor, repleto: por el cortejo previo, el público presente y el acompañamiento musical en dos partes: la Banda de Música de la Hermandad del Nazareno primero y después, la Agrupación Musical Lágrimas de Dolores.
La salida procesional creó expectación entre los isleños, por la excepción de la fecha y la razón de la misa, el 250 aniversario fundacional. Se notó en las calles. Estaba previsto que el Nazareno volviera a la templo a las dos de la mañana, culminando de esa forma dos momentos importantes de la conmemoración: el pontifical y la salida extraordinaria.
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