El Obispado cede la gestión de la residencia San José a la Fundación Cuidar y Curar

San Fernando/La Fundación Cuidar y Curar se convertirá en la nueva gestora de la residencia de mayores San José, que definitivamente dejajará de estar en manos de la Fundación Gerón.

Así lo han comunicado representantes de la entidad y del Obispado de Cádiz y Ceuta a los trabajadores de este centro asistencial.

En un comunicado remitido desde el mismo Obispado, que es el titular del centro, se informa de que con esta nueva gestión la Diócesis de Cádiz y Ceuta pretende "garantizar la continuidad de la importante labor social de atención profesionalizada a los mayores acogidos que se desarrolla en la residencia San José de San Fernando así como la continuidad de los puestos de trabajo", de lo que se desprende que el cambio no afectará a la plantilla que trabaja en el centro de la calle Tomás del Valle. Además, la renovación de la gestión de la residencia se achaca a los "cambios normativos producidos en el sector".

La Fundación Cuidar y Curar comenzará su labor al frente de estas instalaciones de la calle Tomás del Valle a partir del día 15, según el acuerdo suscrito por ambas partes que garantiza, se insiste desde el Obispado a través de un comunicado, "la continuidad del centro" y de los puestos de trabajo.

En la nota remitida se destaca la amplia experiencia de esta fundación en el sector de la dependencia y de residencias de mayores. De hecho, a través de acuerdos con distintas entidades, gestiona actualmente residencias y centros de día en Ronda, Marmolejo, Almadén, Castellar, Osuna o Dos Hermanas. La entidad "está inspirada en los principios del humanismo cristiano y forma parte de LARES Andalucía, asociación que agrupa a cuantos, desde el sector solidario, prestan servicios de atención a mayores y personas desfavorecidas de Andalucía", se detalla en el escrito.

La noticia del cambio de gestión se hizo pública a mediados de febrero, cuando la entidad que estaba al frente, Gerón, informó de los planes "unilaterales" del Obispado. La preocupación de la plantilla y la incertidumbre generada por el cambio de manos de la residencia llevó entonces a los responsables diocesanos a salir al paso para garantizar el funcionamiento del centro de cara al futuro.