El PP alerta de una subida encubierta de la tasa de la basura planeada por el gobierno local
Advierte de que en el presupuesto no figura ya la partida para el tratamiento de residuos
El PP aireó ayer el fantasma de una nueva subida de impuestos encubierta al advertir de la ausencia en los presupuestos municipales de la partida de un millón de euros que en anteriores ejercicios se ha destinado en exclusiva al tratamiento y gestión de residuos urbanos.
Que dicha voluminosa cifra no aparezca en las nuevas cuentas municipales -deduce el que fuera concejal de Hacienda en el anterior mandato, Manuel Raposo- solo puede suponer que recaerá directamente sobre los ciudadanos a través de un porcentaje de subida de la tasa de la basura habitual. Y el PP quiere evitarlo a toda costa. Por eso forma parte de las alegaciones que ha presentado a los presupuestos municipales una vez superada su aprobación inicial. El periodo de exposición pública del documento, de hecho, expira hoy mismo.
Aunque hay un rechazo global de los populares a las cuentas aprobadas por el equipo de gobierno que integran PSOE y PA con el apoyo de C's, Raposo matizó algunas cuestiones concretas en las que se han centrado las alegaciones presentadas por la formación. Entre ellas, que el presupuesto de la Empresa Municipal de Suelo (Esisa) no está aprobado por ningún órgano de gobierno, lo que supone una irregularidad de la que advierte también el interventor, o que su aprobación inicial se ha llevado a cabo sin que se haya cumplimentado aún la liquidación del ejercicio anterior, por lo que -según Raposo- "no se ajusta a la ley".
El documento, insistió el PP, "incumple también las medidas de contención del gasto aprobadas por el Ayuntamiento", el plan de ajuste para el saneamiento económico y financiero de las arcas municipales. Además, reiteró, no se especifan inversiones ni cómo se van a hacer las operaciones de crédito que reclaman, no se contemplan partidas para hacer frente a las indemnizaciones judiciales, hay subvenciones nominativas exclusivas a dos entidades (en realidad, las mismas que había antes) y no se da continuidad a proyectos ya iniciados como el Museo Camarón en la Casa Lazaga o la rehabilitación de la antigua sede de la Cruz Roja.
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