La repercusión de la desaparición de las Roldanas aceleró su hallazgo
El escultor isleño Juan Carlos García y el empresario chiclanero Jesús Romero tenían las esculturas y están siendo investigados
San Fernando/ Chiclana/La presión policial y el revuelo mediático resultaron claves para dar con las imágenes de La Roldana desaparecidas de la Catedral de Cádiz. Tanto es así, que el pasado viernes el escultor isleño Juan Carlos García Díaz depositó uno de los ángeles en la puerta del seminario diocesano tras consultar la situación con un clérigo. Esta fue sólo una de las imágenes recuperadas por los agentes, que el lunes se desplazaron hasta su taller, situado en la carretera de Camposoto, para realizar un registro y que se realizara la entrega de otras piezas por parte de este artesano en caso de que las tuviera.
El escultor isleño sí hizo entrega a la Policía de otras piezas de valor que se encontraban en su taller y cuya desaparición no había sido denunciada, entre ellas la figura de un profeta, de más de medio metro de alto, posiblemente del siglo XVII, y dos ángeles sedentes atribuidos al escultor genovés Domenico Giscardi. Todo formaba parte de un altar eucarístico que se instalaba en la Catedral.
No ha trascendido, sin embargo, la forma en la que todas estas piezas terminaron en su taller de Camposoto o en manos de un vecino de la localidad de Chiclana. La investigación policial sigue abierta y se están tomando declaraciones para esclarecer los hechos. El revuelo ocasionado por la denuncia de la desaparición de los ángeles de La Roldana y la repercusión que había tenido en distintos medios de comunicación precipitaron la entrega de estas piezas de arte religioso, en la que -apuntan fuentes policiales- habría actuado también un intermediario de la propia Iglesia, al que los implicados acudieron en primera instancia.
Las tres imágenes restantes del conjunto escultórico, que también fueron recuperadas por la Policía, se encontraban en manos del empresario chiclanero Jesús Romero Montalbán, que está siendo investigado por la Brigada de Patrimonio Histórico de la Policía Nacional para determinar su posible implicación en la desaparición de las esculturas de La Roldana.
Los agentes tratan ahora de determinar cómo llegaron a sus manos hace 12 años. En este sentido, la unidad policial pretende atar cabos sobre este asunto y determinar si las figuras fueron compradas por el empresario chiclanero y, en ese caso, a qué persona.
Hay que tener en cuenta que el deán de la Catedral de la época en que desaparecieron las esculturas, Enrique Arroyo, ha fallecido. La Policía sí que ha citado a declarar al actual deán, Ricardo Jiménez.
Fuentes policiales han comentado a este diario que cualquier experto en arte sabe que el valor de estas esculturas es incalculable, por lo que no entienden cómo han podido tenerlas tanto tiempo en su poder sin comunicárselo a sus legítimos propietarios.
Romero Montalbán, vicepresidente de la Asociación de Empresarios de Chiclana, es una persona muy ligada al mundo cofrade chiclanero. Fue presidente del Consejo Local de Hermandades, perteneciente a la junta de la Hermandad Humildad y Paciencia, así como pregonero de la Semana Santa de Chiclana y comisario del II Centenario de la Iglesia Mayor.
La Junta seguirá en contacto con el Obispado
Los técnicos de la Delegación Territorial de Cultura continúan elaborando el informe correspondiente a las piezas artísticas recuperadas por la Policía durante la investigación por la desaparición de las esculturas de La Roldana. De momento, han elaborado un primer informe de urgencia sobre el valor patrimonial y artístico de las obras para ser entregado al juez que dirige la operación. Fuentes de la Junta explican que Cultura tiene intención de seguir manteniendo el contacto con el Obispado tras este caso para establecer una estrecha relación que impida que pueda suceder un caso similar en el futuro.
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