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El Partido Andalucista ha puesto en práctica la anunciada renovación de su cúpula tras los resultados del pasado 22-M y una vez suscrito el pacto de gobierno con el nuevo alcalde del PP, José Loaiza, que permitirá que la mermada formación nacionalista mantenga cierta cuota de poder en el Ayuntamiento en el mandato que ahora comienza a cambio de ser la garantía de la estabilidad para los populares.
Ayer, el veterano concejal del PA Manuel Prado -hombre clave durante el Gobierno de De Bernardo- formalizó su renuncia al acta de concejal de la que había tomado posesión apenas quince días antes en el transcurso de un pleno extraordinario que se desarrolló en la Casa de la Cultura y que, precisamente, fue el primero que se celebra desde la sesión de investidura en el Teatro de Las Cortes.
Prado dejó atrás 20 años dedicado a la política en los que llegó a convertirse en todo un referente del andalucismo en La Isla -como concejal y hombre clave en los sucesivos gobiernos de Antonio Moreno y De Bernardo- y fuera de ella, como diputado provincial en varias etapas, e incluso en la Junta de Andalucía, como secretario general para el Deporte entre 2002 y 2004.
Fue el primer paso de la estrategia que los andalucistas se han fijado tras los resultados de los últimos comicios municipales, que fueron nefastos para la formación y que pusieron el punto final a una etapa de 22 años consecutivos al frente de la Alcaldía. En el PA quieren mirar hacia el futuro, luchar por su supervivencia frente a la tendencia al bipartidismo PSOE-PP y, en resumidas cuentas, volver a ser lo que fueron.
Y la marcha de Prado -que ha venido acompañada de la retirada de De Bernardo como primer secretario de su comité local- deja vía libre a la llegada de esa esperada renovación, que personifica el joven Francisco José Romero, portavoz del Gobierno municipal, delegado de Presidencia y de Cultura durante el último mandato y mano derecha del ex regidor andalucista.
El jueves, de hecho, está previsto que se convoque un nuevo pleno extraordinario para que Romero -el número 4 de la lista con la que De Bernardo se presentó a las elecciones que se convertirá ahora en el primer teniente de alcalde de Loaiza gracias al pacto de gobierno suscrito con el PP- tome posesión de su acta como concejal.
La renovación del PA no quedará ahí, pero será progresiva. Fuentes de la Corporación y del propio PA afirmaron ayer que, con toda probabilidad, De Bernardo, que ha optado por dar un paso atrás y quedarse de momento en segunda fila de la política municipal, no acabará el mandato que acaba de comenzar.
El PA quedará pues en manos de Francisco Romero, quien se postula también como el candidato favorito a hacerse con las riendas de la ejecutiva de la formación nacionalista, una tarea que asumirá en el peor momento de la historia del partido en La Isla.
Por su parte, Manuel Prado, que regresará ahora a la docencia en el IES Sancti Petri, aseguró ayer a este periódico que su renuncia -que llega incluso después de que se produjera su designación como portavoz del grupo en el Ayuntamiento- no responde sino a la intención de facilitar la renovación interna de su partido, una decisión que ha adoptado por su propia voluntad una vez formalizado el pacto de gobierno con el PP. "Podría haberse hecho justo después del 22-M, pero eso hubiera debilitado aún más al partido e, incluso, personalmente, no quería que pareciera una huida tras los resultados electorales", explicó. La estrategia seguida por los andalucistas -que han demorado cerca de un mes estos primeros cambios- no responde sino a una firme intención de fortalecer a la formación tras el durísimo varapalo de las elecciones, insistió.
Prado, en el discurso que pronunció al hacer entrega de su acta como concejal, insistió en su agradecimiento "por la oportunidad de haberme podido realizar como político". El veterano andalucista, en este sentido, hizo defensa del oficio de político, que "hoy cotiza a la baja", recordó. Atrás -dijo- quedan "muchos días de trabajo y algunos sinsabores, pero sobre todo mucha entrega".
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