Premio al cine hecho por la escuela pública
Los colegios públicos vuelven a celebrar una gala para entregar los galardones a los mejores cortos realizados por los alumnos durante este curso
La diversión estaba garantizada. Desde el principio hasta el final los alumnos de los colegios públicos, sus profesores, miembros de los equipos directivos y padres disfrutaron y rieron con las ocurrencias y situaciones que propiciaba el maestro de ceremonias, Igor, el personaje de El Jovencito Frankenstein, que para algo era una gala de entrega de premios de cine, concretamente a los cortometrajes creados por los centros educativos. El ganador fue el colegio Vicente Tofiño con su obra Technozombies.
La propuesta del Tofiño era un crítica ácida a la realidad actual sobre el uso excesivo de la tecnología, incluso entre los más jóvenes. Los alumnos de este antiguo colegio de Marina se convertían en zombies ante la sorpresa, la preocupación y el miedo de algunos de sus compañeros que se salvaban de la situación. De una clase a otra los estudiantes, caracterizados con caretas para dar esa imagen de pérdida de conciencia, miran pantallas de móviles o de portátiles. Al final aunque era el sueño de una chica, al llegar al colegio comprende que su pesadilla no dista mucho de la verdad, amigos que ni levantan los ojos de los smarphones.
Technozombies se hizo con dos de los cuatro premios
que entregaron por pareja alumnos de varios centros educativos: Amalia Carolina y Alejandro, del San Ignacio; José Manuel y Silvia, del Servando Camúñez; Alex y Eva, de La Ardila; y Nuria y Dani, de Casería de Ossio. Sus intervenciones, interactuando con el conductor de la cita –José Luis Romero, director del San Ignacio, haciendo de Igor–, explicando la categoría premiada y dando paso a los cortos candidatos y premiados, fueron dignas de mención. Especialmente, llamativo fue –siguiendo una de las premisas de esta actividad educativa– fue el manejo del inglés por estos pequeños. También los chicos que recogieron los oscars agradecieron los premios y destacaron la implicación del centro tanto en español como en el idioma de Shakespeare.
Mientras Technozombies del colegio Vicente Tofiño mereció el reconocimiento a la mejor dirección y como mejor corto, los colegios Juan Díaz de Solís, con Amina, y Arquitecto Leoz, con A trip to London, se alzaron con las categorías de mejor interpretación y mejor puesta en escena, respectivamente.
La cita fue un año más una fiesta de la enseñanza pública, que ensalzó el maestro de ceremonias, y el primer teniente de alcaldesa, Fran Romero; y la alcaldesa, Patricia Cavada; que tomaron la palabra para destacar el trabajo de estos centros. "Se ha convertido en uno de los eventos educativos más importantes que se viven en la ciudad, que aúna el amor por el cine y la apuesta por que los alumnos se manejen en un segundo idioma", comentó Romero. "¡No cambio esta alfombra roja por ninguna, ni la de los Oscars, ni la de los Goya!", mencionó en un guiño a su presencia y la de otros dirigentes municipales en la gala de los Premios del Cine Español celebrada en Sevilla hace unas semanas. Cavada agradecía a los docentes su implicación, más allá de la profesión "una pasión", destacaba la decoración del teatro –globos dorados, blancos y negros, motivos cinematográficos y la dos figuras de cartón en forma de estatuilla que flanqueaban el escenario del Teatro de Las Cortes– y dejaba claro que los alumnos eran los protagonistas con sus cortos.
Fue una gala animada, divertida, con momentos de mucha risa de los niños protagonizados por Igor –y su puesta en escena de la silla o su mascota la morena lanzada al público–, en la que se reivindicó a la escuela pública.
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