Preocupación entre el personal de Piorsa, que aún no ha cobrado marzo

Sólo dos personas de la plantilla habían recibido ayer la primera nómina pendiente de abono · El malestar de las primeras horas deja paso a un voto de confianza a la empresa en espera de que pague hoy

Trabajadores de Piorsa en una concentración de protesta en la puerta de La Carraca la semana pasada.
A.l. / San Fernando

21 de junio 2011 - 01:00

Cuando ni el sábado ni el domingo la cartilla reflejaba un cambio en los dígitos del dinero de la cuenta del banco, los trabajadores de Piorsa en San Fernando comenzaron a preocuparse y a pensar que no cobrarían, en una ocasión más, su sueldo de marzo como la empresa había prometido días antes. No favoreció, de hecho, que ayer siguieran sin recibir la primera cantidad que se les adeuda por su trabajo. Un trabajo al que acudieron, pero en algunos casos optaron por no hacer dadas las circunstancias. De cualquier manera, los ánimos se templaron y los afectados optaron por retomar sus labores. Hoy seguirán trabajando a la espera de que la situación por fin se resuelva.

La jornada del lunes 20 estaba marcada hace apenas unos días como día de huelga para la plantilla de la empresa Piorsa, que presta servicios al Ministerio de Defensa en distintas dependencias militares de la provincia, incluidas, por supuesto, las de San Fernando. Eran, concretamente, los empleados de las instalaciones isleñas los que tendrían que haber retomado sus movilizaciones ya en la tercera semana de éstas (en Rota, de manera diferente, el paro era indefinido). Sin embargo, la promesa de la concesionaria de estos trabajos para Defensa era que a partir del viernes se comenzaría a cobrar las nóminas atrasadas hizo que se suspendieran las protestas. A pesar de ello en las instalaciones del Tercio de Armada hubo en la mañana de ayer un conato de ello: Sólo una trabajadora había cobrado el sueldo de marzo, las demás no. Se cruzaron de brazos, uniformadas y todo, y optaron por no hacer las labores de la cocina, explicaba a este periódico una de las afectadas. "Nuestra intención es seguir la huelga hasta que nos paguen", manifestó. Cuando eso sucede, el que no trabajen, lo normal es que la cocina quede cerrada. No sucedió así y lo denunciaron. "Nos han sustituido por soldados y eso no es legal", advirtió esta empleada. Ocurrió también los días de huelga, cuando, comenta, en la base naval de Rota sí se cierra la cocina.

Más tranquilos después de unas horas, decidieron que hoy continuarían con su actividad. "Nos dicen que entre hoy [por ayer] y mañana [por hoy] cobraremos. Hemos decidido darles un voto de confianza", apuntó. Por la tarde, eran dos empleados quienes habían cobrado.

Desde el sindicato Comisiones Obreras (CCOO) se esperaba que en los próximos días el problema quedara resuelto, aunque como bien apuntaba Juan Linares, responsable de la Federación provincial de Industria del colectivo y representante de los trabajadores de San Fernando en este conflicto laboral, siempre "con reservas". Ayer, explicaba que desde la empresa se había insistido en que se estaban haciendo las gestiones oportunas para pagar los pendientes de marzo y paulatinamente abonar las nóminas siguientes".

La plantilla, de cualquier manera, sigue pendiente de cobrar e incluso habían comprobado si se trataba de un retraso por el proceso de transferencias entre entidades financieras. "Las dos compañeras que han cobrado tienen la cuenta en el mismo banco, pero hay otras de ese banco que no han recibido el dinero", lamentaba.

Hay que recordar que estos problemas de cobro afecta al personal de Piorsa en San Fernando, que presta servicio en distintas dependencias militares de la ciudad en distintos sectores -limpieza, hostelería y mantenimiento (lo que incluye trabajos del metal)-. La plantilla atiende actividades en el Tercio de Armada, en el hospital de San Carlos, en La Carraca, en la Escuela de Suboficiales, en el club de Oficiales o en el Club de Tropa (El Castillito).

Habrá que esperar ahora si Piorsa paga a sus trabajadores en los próximos días. Eso dará paso a la tranquilidad del personal y al fin definitivo de las protestas. Queda pendiente, eso sí, la reunión para tratar el futuro de la empresa.

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