Punto y final a más de diez años de insistencia con el Puente Zuazo

Más de una década de batalla institucional ha costado la valiosa firma que ayer rubricaban en el Ministerio de Fomento el titular de esta cartera, José Blanco, y los alcaldes de San Fernando, Manuel de Bernardo y Puerto Real, José Antonio Barroso. Más de una década en la que los pasos dados han ido conformando un camino sinuoso y complejo hasta llegar a la firma del convenio de ejecución que supone la inminente licitación de la primera fase de rehabilitación y puesta en valor de todo un símbolo nacional, el sitio histórico del Puente Zuazo. Un enclave, testigo y a la vez protagonista de la defensa de un país cuando, como dice el eslógan acuñado por el Ayuntamiento, España fue sólo una isla.

Esta primera fase, que comprende la intervención en el Real Carenero, la remodelación de las baterías defensivas y el adecentamiento general de la zona, tiene un presupuesto de 3,8 millones de euros procedentes del Ministerio y un plazo de ejecución que se ajustará al máximo para llegar al mes por excelencia del 2010, el de septiembre. Por este motivo, lo ideal, apuntaba ayer el alcalde isleño, a su vuelta del viaje relámpago a Madrid, es que la licitación se produzca cuanto antes y que la actuación, en definitiva, pueda comenzar en los primeros compases del año próximo. "Es una firma muy importante para La Isla, porque supondrá el primero de una serie de cambios esenciales en la zona", explicaba. Tras esta primera fase vendrá después una segunda, en la que será esencial antes que el nuevo acceso paralelo al puente que se está ejecutando esté concluido puesto que en esta fase se trabajará la peatonalización del paso.

Pero para llegar a este punto también habrá de seguirse trabajando con la misma fuerza que se ha trabajado la primera fase. Y deberá hacerse desde ya. Según explicaba ayer el alcalde andalucista, el punto de inflexión para reactivar la intervención que ahora es inminente se produjo al comienzo de su mandato, en el mes de enero de 2005, cuando se insistió ante el secretario de Estado de Infraestructuras y Planficación, Víctor Morlán Gracia, para que se ejecutasen las medidas compensatorias enmarcadas con la denominación Proyecto Habitat. A partir de entonces comenzó la contrarreloj, aunque a estas alturas, la carrera se acelera más que nunca, teniendo en cuenta la inminencia de la conmemoración del Bicentenario.

Cabe recordar en este sentido que el último -y quizá el más desesperante de los retrasos- se produjo cuando no se cumplieron las palabras de la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega en la que se anunciaba la licitación para el mes de septiembre. Ahora, convenio en mano, no puede haber excusas. La actuación -la más importante de cara a los fastos del año próximo- tiene que comenzar ya.