La romería que no lo parece

Día del Cerro en San Fernando

La ausencia de público marca la celebración del Cerro y reabre el debate en torno al futuro de la fiesta

Aspecto que presentaba el Cerro a primeras horas de la tarde. / Román Ríos
Arturo Rivera Barrera

21 de octubre 2018 - 16:59

San Fernando/Más tarde, ya cerca de la hora de comer, llegarían algunas familias con las neveras cargadas y las sillas de la playa, preparadas para pasar el domingo con los santos copatronos y algo más se animaría el Día del Cerro. Pero a primeras horas de la mañana –y tras la tormenta que apenas unas cuantas horas antes ha arreciado con fuerza en La Isla– los alrededores de la ermita presentaban un aspecto más bien desangelado, muy lejos de la estampa multitudinaria que pretende la tradicional romería.

Aunque el sol se ha abierto paso con fuerza a medida que las imágenes de San Servando y San Germán –a primeras horas de la mañana– han emprendido su camino desde la cercana parroquia de El Buen Pastor, la lluvia de la noche anterior ha marcado en gran medida este día de fiesta, qué duda cabe. Ha hecho que muchos isleños hayan optado por otros planes. Buena parte del Cerro –aunque el calor ha apretado con fuerza a mediodía– seguía a esas horas llena de charcos y de barro.

La Asociación Hípica La Isla se ha visto obligada a suspender el concurso de cross que tenía previsto celebrar a lo largo de la mañana, precisamente, por las condiciones del terreno. Y eso siempre atrae público. Eso sí, sus socios han estado presentes en el Cerro y los más pequeños han podido –como en años anteriores– montarse un rato en los ponis.

Claro que las asociaciones de vecinos de la zona –Nueva Almadraba, Casas Blancas, San Servando-Huerta El Lolo– se han metido de lleno en la celebración, como hace años que vienen haciendo. Si el Cerro se mantiene es, en gran medida, gracias a su implicación con la concejalía de Fiestas. Ellos han sido los que, uniformados con camisetas rojas, se han encargado de portar la parihuela con las imágenes de los copatronos durante la procesión por la empinada cuesta que lleva hasta la ermita, donde pasado el mediodía –en el exterior, claro, ya que el templo estuvo de nuevo cerrado dado su ruinoso estado de conservación– se celebró una eucaristía que conmemoró el martirio de los santos Servando y Germán que tuvo lugar en este mismo punto, aunque hace ya más de 18 siglos.

Y de ellos, de los vecinos, partió también la idea de recuperar la esencia más tradicional de la romería este año. De ahí que esta vez no participara en la procesión la Virgen del Carmen del Club Náutico de Gallineras –que en los últimos años se sumaba al cortejo y acompañaba a los santos hasta la ermita– ni se contara con una banda de música. Así que los santos fueron solos y acompañados esta vez por un coro rociero: el de Saber Vivir primero y luego, para la misa, el de Virgen del Carmen.

Se quería lo de siempre, el Cerro más tradicional. Y que la gente lo conociera, lo descubriera, lo recordara, porque... ¿sabe un niño de La Isla hoy qué es el Cerro? La pregunta la lanzaba uno de los vecinos de La Almadraba al recordar que cualquier tiempo pasado –al menos, en el caso de la romería– fue mejor.

La jornada, aunque soleda y calurosa, se vive también pendiente del tiempo. El temporal de la noche anterior ha estando muy presente. Y para la tarde se manejan de nuevo previsiones de lluvia, de las que se está pendiente.

Aún así, claro está, ha habido isleños que han querido cumplir con la tradición y se han dado su paseo por el Cerro en esta jornada de domingo de otoño. "Estoy deberían arreglarlo un poco porque es una pena", decía una de esas vecinas acompañada de sus hijos y nietos tras subir la cuesta para saludar a los copatronos.

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