El cierre del hospital de San Carlos despierta las primeras movilizaciones

La plataforma ciudadana y el movimiento vecinal preparan una manifestación para la primera semana de marzo para forzar las negociaciones entre la Junta y el Ministerio

Última manifestación por el uso compartido del hospital de San Carlos, en junio de 2002.
Última manifestación por el uso compartido del hospital de San Carlos, en junio de 2002.
Arturo Rivera San Fernando

06 de febrero 2013 - 01:00

El mensaje es rotundo: no al cierre del hospital de San Carlos. Bajo este lema, la plataforma ciudadana y el movimiento vecinal trabajan conjuntamente en un calendario de movilizaciones para impedir lo que, a tenor de la postura del Ministerio de Defensa y de la Consejería de Salud, parece ya inevitable aunque no haya todavía confirmación oficial ni fecha concreta para el cese de la actividad.

Prácticamente todos dan por hecho que estas instalaciones tienen sus días contados si una y otra administración no alcanzan un acuerdo acerca de su futuro. Y eso es precisamente lo que la plataforma y los vecinos quieren evitar a toda costa saliendo a la calle. Ya se baraja una posible fecha para convocar una gran manifestación contra el cierre del hospital: la primera semana de marzo.

Ahora se pretende aunar esfuerzos y sumar apoyos entre la ciudadanía para conseguir una respuesta firme y multitudinaria. Todo un reto con el que se espera que quede ampliamente demostrado ese amplio rechazo social que causa el temido cierre del hospital militar. De esta formar se pretende reconducir la situación y forzar a ambas administraciones -Ministerio de Defensa y Junta de Andalucía- a que negocien una salida airosa y dejen a un lado sus reticencias presupuestarias.

Para San Fernando, el cierre de San Carlos puede convertirse en una auténtica bomba de relojería. No solo porque la ciudad vería como se le escapa para siempre su gran oportunidad de tener un hospital propio, una ambición histórica de los isleños. También porque se perderían cerca de 300 puestos de trabajo y desaparecería en la localidad otra instalación militar más -además, de gran arraigo- siguiendo la estela de la Escuela de Infantería de Marina, el Cuartel de Instrucción o el Janer.

Su desaparición, evidentemente, traería consigo también un impacto económico. Plataforma y movimiento vecinal quieren que ese mensaje cale entre la ciudadanía a lo largo de las próximas semanas. También reclaman una respuesta unánime de la clase política, que apoye las movilizaciones más allá de las siglas de uno y otro partido. Su propósito es revertir la situación para que el hospital se empiece a ver como motor económico y de posible creación de empleo para la ciudad.

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