San Fernando recupera su glorioso 15 de agosto con la procesión de la Divina Pastora
La Copatrona vuelve a recorrer las calles de La Isla en procesión de alabanzas en una pletórica jornada de reencuentros y emotivos recuerdos
San Fernando/El 15 de agosto en La Isla ha vuelto a ser lo que siempre fue: la gran tarde en la que reina la Divina Pastora Coronada. La Copatrona de San Fernando ha regresado a las calles, ha vuelto a salir en procesión de alabanzas en esta jornada mariana de la Asunción para que la ciudad pasara por el ecuador de agosto de la mejor manera posible. Es decir, según ese modo pastoreño tan especial de entender la vida que en esta tarde y en esta noche tan extraordinaria del verano se traduce en esa devoción mariana, en esos aires cofrades y festivos y en ese júbilo tan difícil de contener que contagia y desborda las calles por las que pasa la Virgen sobre su paso centenario, a los sones de las marchas de la banda Maestro Enrique Montero y con su cuadrilla de hermanos costaleros sobre los pies.
Todavía más si cabe esta vez, después de un largo paréntesis de dos años en los que esta jornada mariana ha quedado relegada e irremediable contenida en el interior del templo. Porque la de este lunes ha sido también la gloriosa tarde del reencuentro pastoreño con ese 15 de agosto de siempre, la jornada que además se ha encargado de cerrar ese ciclo que ha supuesto la vuelta del culto externo a las calles que se iniciara en septiembre del año pasado, cuando las restricciones de la pandemia empezaron a aflojar.
Después de la Semana Santa y de las otras Glorias, quedaba la Pastora por reconquistar las calles. Y a eso se dedicado con empeño desde que a las siete y media de la tarde se han abierto las puertas de la parroquia mientras repicaban alegres las campanas del templo para proclamar la gloria del 15 de agosto y, por supuesto, el regreso de la Copatrona isleña.
Los emotivos momentos que se han vivido a la salida –la sucesión de marchas, los andares de la cuadrilla, los exornos del barrio, la alfombra aromática de la calle Alfonso Berraquero– han dado sobradas muestras de ello y han anticipado lo que estaba por venir durante las horas siguientes con la Divina Pastora. Huelga decir que no es un 15 de agosto más para la familia pastoreña. Y la hermandad está dispuesta a apurar hasta el último momento de una jornada que promete ser inolvidable.
La primera levantá del paso ha ido en memoria de las víctimas de la pandemia: hermanos, devotos feligreses... Especialmente, por el que fuera su Hermano de Honor, Antonio Sánchez Aguilera, cuyo recuerdo era obligado en este primer 15 de agosto tras la crisis sanitaria.
La jornada, además, se vivió intensamente desde por la mañana, con la celebración de la función religiosa previa a la salida que se ofició a mediodía y en la que, una vez más, la iglesia de la Pastora se quedó pequeña.Y las vísperas, en las que se puso el punto final al triduo oficiado por el padre Antonio Romero Padilla, llegaron a su momento culminante con el rosario de antorchas por la feligresía y con el acto de felicitación a la Virgen que a medianoche abrió la jornada del 15 de agosto, que estuvo a cargo de Antonio Jesús Padilla Gurría.
Entre los detalles que acompañan a esta jornada –además del nuevo granado realizado para el paso de la Copatrona y donado por el cuerpo de capataces– llama la atención uno que la hermandad de gloria ha destacado en sus redes sociales: el guiño que hizo al 275 aniversario que celebra la cofradía de la Soledad al lucir La Pastora lució en su pecho el escudo de la hermandad.
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