Lecciones de coraje en el fango

San Fernando/Solo es un recorrido de ocho kilómetros a cubrir en tres horas, en apariencia algo bastante fácil para cualquier persona habituada a practicar deporte. Así que a los que vienen de nuevos la dureza de la Fan Pin Race casi siempre les pilla algo desprevenidos. No se lo esperan. Porque esos ocho kilómetros pueden llegar a convertirse en una ruta verdaderamente interminable cuando uno se adentra –y se hunde– en el fango de los terrenos de La Clica, en torno a lo que los infantes de marina llaman el segundo campamento.

En la Fan Pin hay que sortear por dos veces el caño, rodear la llamada isla del Pino, salvar varios obstáculos –neumáticos, empalizadas, túneles...– y recorrer tramos de asfalto por el interior de las instalaciones del Tercio de la Armada (TEAR)Tercio de la Armada(TEAR). Pero eso es solo lo más fácil de la prueba. Al final del recorrido, cuando a las fuerzas flaquean, aguardan a todos aquellos valientes que aceptan el desafío fanpinero un tramo de casi tres kilómetros de puro fango: el que resiste, gana.

Pero probarse a sí mismo y ver hasta dónde uno es capaz de llegar es un reto que atrae. De ahí el éxito indiscutible de esta prueba extrema que promueve el Tercio de la Armada de la Infantería de Marina. La Fan Pin nació como parte del entrenamiento militar de los infantes para aumentar su capacidad de resistencia a la fatiga. Pero la popularidad que alcanzó la prueba a medida que fue dándose a conocer llevo a que el TEAR tuviese la acertada idea de abrirla a los civiles. Hoy se ha convertido en la prueba deportiva más atractiva y de mayor proyección que se celebra en San Fernando. Y cada año va a más.

Esta mañana, con la colaboración del Ayuntamiento isleño y de la Diputación Provincial de Cádiz se ha celebrado la cuarta edición cívico-militar, con un total de 650 participantes. El tope máximo de inscripciones se superó con semanas de antelación. La prueba, especialmente concurrida en esta ocasión, ha vuelto a dejar unas imágenes espectaculares.

La Fan Pin es, además de una prueba de resistencia extrema, una carrera única en toda España dadas las peculiares condiciones del circuito a recorrer. Tiene también un carácter solidario ya que posteriormente el dinero recaudado con las cuotas se reparte entre varias entidades sociales de la zona.