El gran 'centro' del centro

Pocos son los isleños que a lo largo de la última década no han pasado en alguna que otra ocasión por estas dependencias municipales, que se han convertido en el equipamiento público más utilizado y más demandado que existe en San Fernando. Hay edificios que nacen para eso. Y el centro de congresos Cortes de la Real Isla de León tiene esa vocación de enganchar al público desde los tiempos en los que era un cine de corte clásico al que generaciones de isleños acudían para ver los últimos estrenos que llegaban a la pantalla.

Ahora que se cumplen diez años del Diez –del Bicentenario de Las Cortes de 1810– está de aniversario. Precisamente mañana, 3 de febrero, estas céntricas instalaciones cumplirán una década en activo. Diez años desde que fueran inauguradas tras unas complicadas obras que se iniciaron en 2005 y una inversión de casi cuatro millones de euros que vino, en su mayor parte, de la Diputación Provincial de Cádiz a través del programa Cultur Cad y de los fondos Feder.

El centro de congresos abrió cuando el Bicentenario daba sus primeros pasos para desempeñar un papel clave en la conmemoración. Y luego se quedó. No solo mantuvo ese papel que había ejercido durante el aniversario sino que terminó convirtiéndose en un espacio indispensable para San Fernando, en gran medida obligado por el prolongado cierre del Ayuntamiento a la espera de las obras de rehabilitación; una situación que ha dejado a La Isla sin su espacio público preferente durante década y media. Pero también, claro está, azuzado por el atractivo que suponía –y todavía hoy lo hace– contar con unas instalaciones modernas, funcionales, dotadas de la última tecnología y en pleno centro de la ciudad. Y eso que ahora que se dispone a cumplir sus primeros diez años de vida necesita ya de una puesta a punto.

Lo cierto es que ni existe ni se ha inaugurado un equipamiento de este calibre en La Isla desde entonces. El funcionario del Ayuntamiento que se encarga de coordinar su actividad, Daniel González Novella, se refiere a estas instalaciones como "el centro del centro", el lugar que acoge la inmensa mayoría de los actos municipales a modo de "escaparate" pero también de los que promueven y organizan asociaciones y colectivos ciudadanos.

Si alguien quiere organizar una actividad piensa de inmediato en el centro de congresos. Así que raro es el día de la semana que no hay algo en la agenda: exposiciones, presentaciones de libros y carteles, conferencias, encuentros y jornadas, actos políticos de distinta índole... Y a eso se suma la actividad municipal, que va desde la celebración de los plenos a las distintas comisiones informativas pasando por ruedas de prensa o, incluso, actos institucionales y recepciones a ilustres visitas.

Paradójicamente, lo que menos tiene el centro de congresos son congresos. El camino que ha recorrido este edificio en estos diez años, con toda probabilidad, no es el que el Ayuntamiento ideara en los albores del Bicentenario, cuando se pensaba en aprovechar el tirón de este sonado aniversario para abrir una brecha en el denominado turismo de congresos y reuniones. Pero nadie puede dudar tampoco que se ha convertido en un espacio indispensable para La Isla y de enorme utilidad.

Las cifras hablan por sí solas. El recién acabado año 2019 se ha saldado con un total de 50.662 usuarios del centro de congresos. Y el número de ocupaciones diferentes que ha registrado en este mismo periodo asciende a 567: 111 en el auditorio Lázaro Dou, la sala de mayor aforo, 196 en los seminarios de 75 personas, 209 en las salas de reuniones y 51 en otros espacios del edificio. Se organizaron además en estas instalaciones municipales hasta 19 exposiciones durante el pasado año que recibieron 19.572 visitas.

Son datos que insisten en consolidar al centro 'de congresos' como el equipamiento municipal de referencia y multiusos. Ahora que se habla de regresar al Ayuntamiento en 2020 una vez terminada la rehabilitación se perfila un nuevo panorama en el que se reorganizará y redistribuirán estas actividades municipales que hoy se concentran en este edificio prácticamente en exclusiva. Aunque todo apunta a que seguirá teniendo un papel protagonista en la vida de la ciudad. Mantener el nivel alcanzado en esta década de servicio público es uno de los retos. También, mejorar su accesibilidad para las personas con problemas de movilidad, algo que –aunque se cumple con la normativa– se está estudiando aplicar en las salas.