La fachada principal del Ayuntamiento se corona con un polémico letrero
San Fernando
Las letras, de moderno diseño, ocupan el espacio en el que estaba el azulejo del Sagrado Corazón, que se retiró en 2017 por ser un elemento "ajeno al origen constructivo del inmueble"
San Fernando/Casas Consistoriales. Las letras, de grandes dimensiones, coronan desde esta tarde la fachada principal del Ayuntamiento ocupando el mismo céntrico espacio en el que hasta hace dos años estaba el azulejo del Sagrado Corazón de Jesús, pieza artística colocada tras la Guerra Civil cuya polémica retirada en octubre de 2017 se justificó desde el equipo de gobierno aludiendo textualmente a que se trataba de un elemento "ajeno al origen constructivo de este inmueble que data del siglo XVIII".
La intervención intentaba devolver a la fachada del Consistorio su aspecto y belleza originales y de ahí que se optara por prescindir de dicha cerámica religiosa, que finalmente fue a parar a manos de la parroquia de San Francisco, que ahora trabaja en su restauración con la idea de reponer dicho azulejo en el templo.
La colocación del letrero 'Casas Consistoriales' en la fachada principal del Ayuntamiento, ahora que las obras de rehabilitación se encuentran en su recta final, ha sido toda una sorpresa para los isleños. Y no necesariamente del gusto de todos.
La polémica está servida, de eso no cabe duda. Porque además, hasta ahora, nada se sabía ni se había dicho desde el Ayuntamiento acerca de la inclusión de este elemento en el proyecto. Ni siquiera se apuntó algo con respecto a estos planes cuando hace dos años se acometió la retirada del azulejo del Sagrado Corazón. Tampoco ahora se han dado explicaciones de ningún tipo. Los isleños se han dado cuenta una vez que los operarios han terminado de colocar el letrero en el centro de la fachada principal de Ayuntamiento esta misma tarde.
Y lo cierto es que la idoneidad de dichas letras de moderno diseño y completamente ajenas al aspecto original de la fachada del Ayuntamiento –con el que contrasta abiertamente– ha dado que hablar y ha vuelto a poner sobre la mesa el debate de hasta dónde debe llegar la rehabilitación del patrimonio.
Se trata, sin duda, de la incorporación de un nuevo elemento que nada tiene que ver la fachada original. No es el único, los faroles colocados junto a la escalinata o el revestimiento de acero corten que se ha aplicado a toda la base del Ayuntamiento –que todavía no se aprecia bien por el vallado perimetral– son cuestiones que han despertado cierto rechazo entre ciudadanos que son más partidarios de una intervención mucho más conservadora en un edificio histórico, singular y catalado como Bien de Interés Cultural (BIC).
Para algunos, estos desacertados elementos son el contrapunto de una rehabilitación que, sin embargo, ha sido perfecta en todo lo demás y ha conseguido devolver a este edificio histórico todo su esplendor y monumentalidad.
Que la retirada del azulejo se justificara en la eliminación de un elemento que no formaba parte del conjunto original no ayuda a entender la colocación del letrero que además se considera del todo innecesaria.
A esta polémica se añade la de la remodelación de la plaza del Rey, cuyo proyecto se ha adjudicado al mismo equipo (Alt-Q) y que ya ha despertado un amplio rechazo ciudadano al plantear una plaza completamente diáfana, eliminando el arbolado existente... Y la estatua de Varela, claro. Justo antes de las elecciones municipales, el equipo de gobierno anunció dos encuentros participativos a celebrar a partir de junio con el objeto de recabar las opiniones de los isleños con respecto a estos planes.
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