San Fernando inaugura un belén municipal con rincones y detalles muy isleños
La propuesta de Belenistas El Redentor para el Ayuntamiento hace guiños continuos a la ciudad
Niña Pastori enciende las luces de Navidad de La Isla
San Fernando/El Ayuntamiento de San Fernando de luce la Navidad en todo su esplendor con la inauguración esta tarde de un belén municipal cargado de detalles isleños, gracias al trabajo de la Asociación de Belenistas El Redentor, y con la decoración tanto del exterior como del interior del edificio.
"Estamos pletóricos, muy contentos con el resultado", reconoce Rafael Carrillo, uno de los autores del belén. En marzo ya se fraguó la idea, que llevaron a corcho como paso previo antes de contactar con los artesanos, los hermanos Cerrada de Los Palacios. "Cada tarde desde entonces hemos estado haciéndolo, o uno y otro, porque había que compaginarlo con el trabajo", apunta. El montaje no ha sido fácil. Porque primero tenían que hacerlo en el lugar donde lo han creado y luego llevarlo a las Casas Consistoriales. "No podíamos estar meses trabajando en el Ayuntamiento, y no es lo mismo construir y escayolar en un sitio de donde sé que no lo voy a mover" expone Carrillo.
El proceso ha sido distinto: hacer y escayolar, pintar, montar para ver el resultado, crear la fotografía y el juego de luces, además de las figuras y desmontarlo para trasladarlo al espacio de exposición y volver a montarlo, con dos semanas para darle el acabado necesario en el Consistorio.
Puede visitarse durante las horas de apertura del Ayuntamiento. Quienes acudan deberán estar muy atentos para descubrir los elementos que hacen que se trate de un belén muy isleño. "De izquierda a derecha, la parte de atrás del arco de entrada, que es como un camino, representa un muro de piedra ostionera, con higos de tuna y sus cañas de bambú. A partir de ahí se accede a un patio de arena, y en el fondo hay un patio con la fachada de la antigua caseta municipal de la Feria que estaba en el Parque Almirante Laulhé", describe Carrillo sobre su trabajo y el de otros seis autores –Antonio Tocino, Javier Oliva, José Miguel Amador, Juan Carlos Morales, Ramón Martínez y José Luis Crespo–, además de tres colaboradores–Antonio Rodríguez Olmedo, Gonzalo Brenes y Charo Montado–.
La puerta se ha cambiado por una fuente cuyo centro es una cornisa con cabezas de león del Ayuntamiento, "la que cuenta con la firma del arquitecto Torcuato Cayón que era una salamanquesa". Arriba de una mensula se ha situado una pequeña cañaílla. Incluso se pueden observar matices como los huecos de las celosías instaladas alrededor de ese patio que son escudos carmelitas. En el centro de la superficie dos árabes toman té sobre un mosaico con la imagen de los copatronos San Servando y San Germán.
Junto a este patio se ha querido recrear un palacete, cuya fachada se inspira en el Mercado Central. Dentro, en el suelo, hay un estrella de David con el emblema de la Asociación de Belenistas El Redentor. La fachada del fondo es una vidriera con una flor de azahar que representa a San José, el patrón de La Isla. "Abajo hemos colocado un pequeño mosaico que pone Real Villa de León con la fecha de 1766 cuando lo nombró Patrón el Ayuntamiento, y la fecha de cuando lo nombró el Vaticano, 1802", comenta este belenista. Se han cuidado tantos detalles que las columnas del palacete tienen la parte inferior como las del interior de la Iglesia Mayor, mientras que las losas de barro imitan a las hidráulicas de eran habituales en las casas isleñas y el patio muestra el primer escudo de la hermandad de la Virgen del Carmen.
El siguiente edificio también hace guiños a la ciudad con una cornisa de piedra ostionera en la fachada del patio de entrada donde se ha creado un mosaico del Observatorio de Marina con dos fechas: 1878, cuando daba la fecha a los navegantes; y 1976, cuando empezó a dar la hora oficial a España.
El antiguo escudo de la ciudad se refleja en el cristal del candelabro de forja que tiene otra edificación. "La casa azul es una típica cada isleña encalada de blanco y con las puertas de colores, como antiguamente, en este caso nos decantamos por el azul. En su interior se inspira en los muebles de cocina de formica blanco con las puertas de algún color. La entrada está llena de macetas con geranios y rosas. A su derecha hay una hornacina con tejitas de color verde y dos dos faroles y una estatua pequeña de San Francisco, el patrón de los belenistas", reconstruye con palabras Rafael Carrillo. En la entrada a mano izquierda, añade, se ha colocado una mesa con sillas de enea típicas del flamenco, "con una guitarra andaluza apoyada y un pañuelo rojo que tiene un dibujo con la media luna y la estrella que tenía tatuadas José Monje Cruz".
En este recorrido de izquierda a derecha por el belén municipal el siguiente elemento llamativo es la fachada de la entrada por la calle Real del Callejón Cróquer y su estampa de piedra ostinera, paredes encaladas, losas hidráulicas y macetas de flores colgadas. "Al fondo hay otra casa y en el lado izquierdo se ha creado un mosaico de la Virgen de la Soledad que es el cartel de la hermandad de este año como guiño a su 275 años", concreta. El pórtico del callejón lleva el reloj de sol del Castillo de San Romualdo.
El espacio donde se ubica el misterio es un patio andaluz isleño con un barco como los que construían los carpinteros de ribera.
Este curioso belén se suma este año a los atractivos que el Ayuntamiento isleño ofrece por Navidad, como la decoración con árboles, guirnaldas, renos, la bailarina y el soldadito del interior, o los cascanueces y los ángeles, con el espectáculo de luces y sonido con pase casa hora de 18.00 a 22.00 horas.
Detalles en las alturas
Los elementos en altura del belén diseñado y construido por los belenistas de El Redentor también incorporan detalles típicos de San Fernando. Así coronando algunos edificios se han creados hasta tres tipos de almenas: dos en forma de piña y otra con terminación en pirámide. Pueden apreciarse en la parte del Callejón Cróquer, en la zona de la casa azul y en la parte de la casa del mosaico del Observatorio. El campanario de esa edificación está coronado con un cayado, "por nuestra copatrona, la Virgen de la Pastora", detalla Rafael Carrillo. El palacete termina en una cúpula y una veleta flanqueados los cuatro puntos con una pequeña cañaílla. En cada punto cardinal hay un elementos: una de las torres de la Iglesia Mayor, el Observatorio con un rayo y una luna, un escudo carmelitano con el monte del Carmelo y un ancla marinera (que hace referencia a la vinculación con la Armada.
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