El movimiento vecinal vuelve a latir con fuerza en Constitución

San Fernando/Se ha llevado un tiempo seriamente tocado, pero el movimiento vecinal vuelve a latir con fuerza y entusiasmo desde hace unos meses en la barriada Constitución, donde una nueva junta directiva se ha hecho cargo de la que en su día fuera una de las asociaciones de vecinos más punteras que había en La Isla.

Por entonces –y estos son datos que les ha facilitado la federación de asociaciones de vecinos Isla de León– llegaron a superar el millar de socios, lo que no es nada raro si se tiene en cuenta en la barriada y su área de influencia se contabilizan unos 30.000 isleños que se reparten entre bloques y bloques de viviendas que empezaron a construirse a finales de los 80. Fue el principio de un desarrollo urbanístico sin precedentes que luego –y hasta que llegó la crisis– continuó por Camposoto.

Ahora son centenar y medio. Pero la nueva junta directiva está decidida a recuperar todo el terreno que se ha perdido.

Constitución es la puerta de acceso que comunica a La Isla con Camposoto y, prácticamente, tiene de todo: equipamientos deportivos como las instalaciones del Gómez Castro, colegios e institutos, la Comisaría, el Centro de Recuperación de Personas con Discapacidad (CRMF), el primer centro comercial que tuvo La Isla (La Atlántida)... Y eso, claro, además de una de las principales vías de comunicación de la ciudad, que enlaza la Ronda del Estero con el nudo de La Ardila y por donde a diario transitan miles de vehículos.

El problema, señalan desde la junta directiva, es la falta de mantenimiento. La barriada tiene ya más de 30 años y las carencias empiezan a aflorar. No todo es malo, claro: ahí está la primera fase de la remodelación de la avenida, que el colectivo aplaude. Pero Constitución va más allá de su vía principal y hay un grave problema de aparcamiento que afecta de manera generalizada a todo el vecindario, muchas zonas verdes y espacios ajardinados que reclaman atención, hay un serio déficit de iluminación...

"Por eso estamos aquí –apunta el presidente de Nueva Isla Constitución, Eduardo Parra Piña– para luchar por las mejoras que necesita el barrio". El problema es que esa voz ha estado silenciada durante mucho tiempo por la deriva de la asociación de vecinos.

"Partimos de cero", insiste el presidente, que se hizo cargo del colectivo vecinal tras la dimisión de la anterior directiva. Su equipo refrenda su postura: es una nueva etapa, un nuevo comienzo... Y por eso, precisamente, una de sus mayores preocupaciones ahora mismo es que los vecinos de la barriada sepan que hay una nueva junta directiva al frente de la asociación de vecinos, con ganas de hacer cosas y dispuesta a pelear por las cosas del barrio. "Nosotros pretendemos ser las caras visibles, pero empujados por todos los vecinos, por todo el barrio", insiste Parra.

"Aquí hay gente que quiere tener una asociación de vecinos, porque lo ha vivido, porque conocía ese movimiento y sabe lo que puede llegar a ser para la barriada", apuntan desde la directiva.

Curiosamente, la inmensa mayoría de la directiva está compuesta por mujeres. A excepción del presidente, todos los cargos de la junta recaen sobre ellas: María del Carmen Marabot, vicepresidenta; Laura Fernández Sendino, secretaria; Adela Romero García, tesorera; vocal de seguridad y tráfico, María José Domínguez León; y vocal de asuntos sociales, ayudas y salud, Emilia Mesa Mateo. Junto a ellas, de la vocalía de parques, jardines y limpieza se encarga Rafael Murga Pérez; de la urbanismo, Víctor Domínguez Vega; y de la de deportes, Francisco Rodríguez Paramio.

Este equipo tiene mucho que ver con el club deportivo Nueva Isla Constitución, estrechamente vinculado a la asociación de vecinos. Muchos de ellos son padres de los chavales que entrenan en el club y la asociación que atravesaba la asociación de vecinos les hizo dar el paso.