San Fernando recupera del olvido a los concejales republicanos asesinados
Memoria histórica
El Ayuntamiento acoge una acto de reconocimiento a la Corporación Municipal del 36 con la presencia de los descendientes de algunos ediles
San Fernando/San Fernando recupera del olvido a los 16 concejales y el alcalde de la Corporación Municipal del 36 que fueron asesinados tras el golpe de estado entre agosto y noviembre de ese año. "Emilio, Eladio, Manuel, Eduardo, Antonio, Marciano, José, Juan, Eduardo, Juan, Antonio, Luis, Marcial, Esteban, Carlos, Cayetano... Hoy en San Fernando repetimos estos nombres y luchamos contra el olvido. Recuperamos sus historias. Lamentamos el futuro que no pudo ser. Y revivimos unas vidas que, como dice el nieto de Juan Mantero, no dieron por su país, sino que les fueron arrebatadas por el simple hecho de defender con fidelidad la libertad y la democracia", ha pronunciado la alcaldesa, Patricia Cavada, al inicio de su intervención en un acto con descendientes de los nombrados alcalde y concejales honoríficos que han sido homenajeados.
Lucinda Moreno Ruiz ha estado en representación de la familia de Marcial Ruiz Pérez, concejal de Unión Republicana que fue asesinado el 11 de agosto de 1936 en El Puerto. Se lo advirtieron esa primavera cuando en una reyerta provocada por falangistas le amenazaron: "Lo que te ha pasado no es nada comparado con lo que te tiene que suceder", ha recordado el concejal de Presidencia, Conrado Rodríguez, encargado de dirigir el acto.
Carmen Bey Pérez ha acudido en nombre de los familiares de Antonio Pérez Heredia, concejal comunista al que asesinaron en la tapia del cementerio de San Fernando el 10 de septiembre. Confesó antes de morir, pero se negó a recibir la absolución. Su cuerpo se arrastró a las fosas comunes. Carmen agradecía a la Asociación de Memoria Democrática (Amede) de San Fernando la petición para el nombramiento como alcaldes y concejales honoríficos. "Mi familia me acompaña", decía emocionada.
La emoción también obligó a parar en su intervención a Rafael Naranjo, presente junto a su tía Antonia Naranjo, en el homenaje al concejal Eduardo Naranjo, "uno de los primeros en morir, el día 10 de
agosto de 1936". Socialista y masón se le aplicó la Ley de Guerra en El Puerto. "Fue para todos sus nietos un gran desconocido. Hablar de él en casa era tabú. Era invisible. Gracias a la Ley de Memoria Histórica estatal y a la ley andaluza la que nos ha permitido conocer algo más de él y de los otros concejales y sacarlos de ese olvido al que pretendieron sentenciarlos", reconoció al tomar la palabra su nieto.
Alicia Lucas Pena representaba a los descendientes de José Lucas Velázquez, concejal de Izquierda Republicana y maestro que estuvo un mes escondido y al que detuvieron el 18 de marzo. La paliza que le dieron le llevó al hospital de San Carlos. Lo asesinaron en la tapia del cementerio isleño.
Cristina Ramos Romero es familiar del concejal de Unión Republicana Luis Ramos Laguna, al que detuvieron en su casa "dos falangistas muy conocidos en La Isla" y murió ametrallado, según una carta que recibió su esposa, en el penal de El Puerto el 21 de octubre. Dejaba atrás siete hijos. "Soy hija de su hijo mayor -se presentaba Cristina Ramos- que estaría muy orgulloso de este reconocimiento".
Descendiente de Eduardo Díaz Delgado es Pilar Díaz Romero, presentes en la cita. Díaz, alcaldesa de Esplugas de Llobregat, reclamó "orgullo, honor y memoria" frente al "fascismo criminal que acabó con la II República". "Nuestra democracia es heredera de ella y se defiende con la memoria", defendió. Su familia sabía que fue fusilado por tener el carné socialista, pero hace poco se enteraron que fue concejal. Electricista, le detuvieron cuando volvía de comprar zapatos para sus hijos y se acercó al Ayuntamiento para enterarse de qué pasaba. Fue pasado por las armas a la salida del penal de El Puerto el 11 de agosto cuando pensaba que lo dejaban salir.
Isabel Belizón Garrido representaba en el acto celebrado en la Sala Capitular del Ayuntamiento al concejal Manuel Belizón. "No hace falta que vuelva. Su marido ya no está aquí, le dijeron a su esposa en la última visita que hacía al penal de El Puerto. Fue el primer teniente de alcalde de la última corporación republicana.
Por Eladio Barbacil estaba presente su nieto José Cruz Barbacil que recordó el trabajo desarrollado en las fosas comunes del cementerio por Amede y a los hijos del concejal de Izquierda Republicana, fallecido el día 27 de octubre por heridas de arma de fuego, que "tanto querían saber dónde estaba su padre".
Magdalena Armengod defendió que "no tratamos de reabrir viejas heridas, todo lo contrario. Esperemos que el luto no lo herede otra generación". Es nieta del concejal de Unión Republicana Emilio Armengod, asesinado el 16 de agosto en el camino de Puerto Real al Puerto de Santa María a consecuencia de heridas de armas de fuego.
Ana Mantero, Manuel Mantero y Juan Mantero no quisieron perderse este reconocimiento a su padre y abuelo, Juan Mantero, concejal socialista natural de Valverde del Camino, que acabó encerrado en el penal de la Casería de Ossio. La carta de liberación avalada por un exdiputado derechista conseguida por su hermano llegó tarde para salvar su vida. Lo habían asesinado el 4 de noviembre de 1936. "Es un acto de concordia, justo y necesario", señaló Juan Mantero al tomar la palabra para agradecer también a quienes han hecho posible conseguir "este sueño", aunque incompleto. Como otros familiares esperan algún día recuperar sus restos.
Ángeles Fernández Roldán es nieta del alcalde Cayetano Roldán, de quien se cumplen 85 años de su asesinato. Al cuello llevaba una medalla que su abuelo tenía en la cárcel. El regidor vio como apresaban a dos de sus hijos, y acompañó al menor a la cárcel municipal confiando en las buenas palabras de los sublevados. Lo mataron en la tapia del cementerio de San Fernando.
El médico y pintor Carlos Urtubey, Esteban Salamero, Antonio Ferrer, Francisco Hierro, el escribiente de La Carraca Marciano González y el guardia civil retirado Juan Moreno también eran concejales tras las elecciones de febrero de 1936 que ganó la candidatura de izquierdas y formaban parte de la Corporación Municipal de San Fernando cuando se produjo el golpe de estado. El concejal de Presidencia mencionaba algunos de los temas tratados en la última sesión plenaria, cuya acta nunca firmaron y que sí han rubricado sus familiares de manera simbólica en este homenaje. La pavimentación de calles, como la calle Carraca; la policía urbana, la comisión de fiestas o la liquidación presupuestaria del ejercicio anterior fueron algunos de los asuntos debatidos.
La regidora reconoció su sobrecogimiento al repasar el trabajo desarrollado por la Corporación en los meses que estuvieron en su cargos electos: "Tuvieron tiempo de apostar por la justicia social, de crear centros de enseñanza comprometidos con la alfabetización y la educación laica, de pedir a los dueños de las fincas que las arreglaran en beneficio de los obreros, de establecer un precio regulador para la venta de pan, de implantar medidas de asistencia social, de auxilios médicos y de jubilaciones para los obreros… Esos fueron los delitos que cometieron".
Algunos de los familiares presentes han ocupado los asientos que los concejales asesinados en el 36 tendrían que haber seguido ocupando. Otros estaban sentados como público, e incluso algunos pudieron seguir el acto de pie al fondo de la Sala Capitular. Jorge Juan Cepillo, de Amede, tomaba la palabra para resaltar el trabajo desarrollado para recuperar la memoria histórica de la ciudad, y por la tareas de excavación y exhumación que desde hace 5 años ejecutan en las fosas comunes del cementerio de San Fernando. "Fueron asesinados por ser cargos electos de una democracia. Fueron asesinados por ser representantes del pueblo", insistió en su intervención. Al gobierno local pidió que llegado el momento si se recuperan los restos de los concejales se abra una capilla ardiente en el Ayuntamiento para que los ciudadanos que lo deseen muestren su respeto.
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