Semana Santa en San Fernando 2022: Horario e itinerario de la hermandad de la Soledad

Viernes Santo

La hermandad de penitencia más antigua de San Fernando afronta su reencuentro con el Viernes Santo recién iniciada la conmemoración de su 275 aniversario

La Virgen de la Soledad, al salir de la Carrera Oficial, en su última salida procesional. / Román Ríos

06 de abril 2022 - 19:53

San Fernando/Al esperado e ilusionante regreso de la cofradía a la calle, que llega cargado de novedades, se suma este 2022 el 275 aniversario fundacional de la cofradía, que contará con una salida extraordinaria el próximo 1 de octubre. Los actos acaban de comenzar.

Título

Venerable Hermandad y Antigua Cofradía de Penitencia de Nuestra Señora de la Soledad, Santísimo Cristo de la Redención descendido de la Cruz en su Traslado al Sepulcro y San Juan Evangelista

Horarios

Itinerario

Salida de la Iglesia Mayor Parroquial, Real, CARRERA OFICIAL, Real, Sánchez Cerquero, General Valdés, Plaza del Rey, Las Cortes, 24 de septiembre de 1810, Antonio López, Constructora Naval, San Gaspar, San Esteban, Murillo, La Herrán, Real, Almirante Cervera, San Servando, San Nicolás, Pérez Galdós, Capataz Nicolás Carrillo y a su templo.

Recomendaciones

La salida de la hermandad y su regreso a la Iglesia Mayor por las calles del barrio, a últimas horas de la noche del Viernes Santo.

Iconografía

En el primer paso se representa el traslado de Jesús al sepulcro portando por los santos varones y San Juan Evangelista mientras que María Magdalena, María Cleofás, María Salomé y Santa Marta lo siguen. En el segundo, la Virgen al pie de la cruz.

Las imágenes

El Cristo de la Redención es obra de Castillo Lastrucci (1964), restaurado por Miñarro en 1999. La imagen de la Soledad es una dolorosa anónima, probablemente del siglo XVII. El conjunto histórico del misterio cuenta con imágenes de Alfonso Berraquero, aunque la de Santa Marta es de Juan Carlos García Díaz.

Un poco de historia

La Hermandad de Nuestra Madre y Señora María Santísima de la Soledad, a tenor de los datos conocidos hasta ahora, fue fundada en 1747 en la iglesia parroquial que estaba establecida en el castillo de la Isla de León, aunque está documentado que la sagrada imagen venía recibiendo el culto y la veneración de los fieles en dicha iglesia desde décadas atrás.

La cofradía, según parece, fue durante casi veinte años una corporación de hecho, sin reglas constitutivas. En 1765 ya estaba colocada la imagen en su capilla de la nueva Iglesia Mayor Parroquial, es decir la tercera de la nave de la epístola, cuya adquisición fue formalizada por la hermandad en 1767. En esos años también labró el retablo. Finalmente, en julio de 1768 redactó sus primeras constituciones, que fueron aprobadas en octubre del mismo año por el obispo fray Tomás del Valle. Estas reglas estuvieron vigentes 37 años, hasta que fueron derogadas por las que aprobó el Consejo de Castilla en 1805.

Desde sus orígenes, la principal función de la Hermandad era sacar la sagrada imagen, cuando menos en procesión de misión, en la tarde del Viernes Santo. Desde finales del siglo XVIII, esta procesión se intentó hacerla siempre conjuntamente con la Cofradía del Santo Entierro, como solía hacerse en otras ciudades, pero esta procesión conjunta se vio envuelta a menudo en una serie de disputas que se prolongaron a lo largo de casi todo el siglo XIX.

En 1778 la Hermandad construyó un local o almacén para guardar sus enseres en un solar de la calle del Oleo (hoy Virgen de la Soledad) donado por su mayordomo Manuel de Reina. La Cofradía estuvo a punto de perder este local en dos ocasiones a lo largo del siglo XIX a causa de las políticas desamortizadoras, pero nunca se pudo consumar la expropiación. En la actualidad, más de dos siglos después de haberlo labrado, le sigue perteneciendo en propiedad como almacén y Casa de Hermandad.

Fue renovada en la década de 1830, conociendo una etapa de moderado esplendor a mediados del siglo XIX bajo la presidencia de José Antonio de Ory Zúñiga, intendente de la Armada y prioste de la hermandad durante un cuarto de siglo. En esta época sacaba tres pasos en su procesión de la tarde del Viernes Santo: la Santa Cruz con el sudario, san Juan Evangelista y la Virgen de la Soledad.

A partir del año 1909 se rigió por nuevas constituciones, derogando las centenarias ordenanzas que aprobara el Consejo de Castilla y añadiendo a su primitivo título mariano el de Descendimiento de Nuestro Señor Jesucristo. De hecho, desde el último cuarto del siglo XIX, venía dando culto de hecho a una imagen de Cristo Yacente que se veneraba en la Iglesia Mayor Parroquial y que, al parecer, procedía de la extinta capilla de la Salud.

En el primer tercio del siglo XX, la salida de la Hermandad se limitó (fundamentalmente por razones económicas) a una devota procesión de misión en la tarde del Viernes Santo, yendo la sagrada imagen en un paso de templete y acompañada no por penitentes sino por señoras con cirios. La procesión concluía con el denominado «Sermón de Soledad» que estaba a cargo de un acreditado orador sagrado, y con la interpretación solemne del Miserere. En los últimos años del reinado de Alfonso XIII la corporación tuvo una época de auge gracias al impulso y la protección de los hermanos mayores Manuel Lozano y Antonio Reyes Baulé, pero este despegue fue cercenado por el advenimiento de la Segunda República.

Después de la guerra civil, la Hermandad fue profundamente renovada gracias a la iniciativa de sus hermanos mayores Manuel Oliva Bascón y José Espejo Escribano, sacando un nuevo paso (el actual) en 1940 y abandonando el templete, estrenando nuevos enseres como una diadema de plata (1954) y lográndose dos aspiraciones seculares de la hermandad: la desvinculación e independencia de su procesión del Viernes Santo de la del Santo Entierro, y la salida procesional de un grupo escultórico tallado por Castillo Lastrucci representando el paso del Descendimiento (1965).

En la década de 1980 transformó notoriamente este paso de misterio, escogiendo para la imagen del Señor del Descendimiento el título de Santo Cristo de la Redención Descendido de la Cruz en su Traslado al Sepulcro, más apropiado indudablemente para lo que representaba el grupo escultórico; adquiriendo un paso nuevo (1985), restaurando las imágenes secundarias y agregando otras de nueva factura talladas por Alfonso Berraquero (1986-87); estrenando nuevos enseres procesionales y envolviendo la procesión en una estética más luctuosa, en consonancia con el pasaje evangélico que venía representando, siguiendo de alguna manera el modelo de la sobria hermandad sevillana de Santa Marta.

La antigua y venerada imagen de la Virgen de la Soledad es anónima; según los expertos, de escuela granadina. Podría tratarse de la dolorosa más antigua de cuantas procesionan en la Semana Santa isleña. Sin embargo, los documentos de la Hermandad revelan que una imagen de la Virgen de la Soledad fue costeada entre 1809-1818 por el mayordomo de la corporación. En cualquier caso, la imagen titular fue también restaurada en 1981 por Berraquero. Va de pie ante una cruz arbórea de la que pende un sudario, luce diadema de plata y sostiene entre sus manos la corona de espinas.

En 1997 la corporación celebró el 250 aniversario de su fundación, resaltando su condición de ser la cofradía de penitencia más antigua de esta ciudad. En 2000 fue restaurado el Señor de la Redención por el profesor Miñarro.

Estrenos

En el capítulo de novedades que la hermandad de la Soledad tiene prevista para la tarde de este Viernes Santo se incluyen los faldones del paso de la Virgen, realizados en terciopelo negro y donado por los cargadores. Han sido confeccionados por Carmen Martínez Rodríguez. También un cuello de encaje de Guipur para la Virgen con mezcla de tul bordado con punto de aguja de la segunda mitad del siglo XIX que han donado Antonio Pérez Román y Maria del Carmen Vila Fernández. Y un rosario de plata compuesto de perlas de cristal moradas, engarzadas en plata y crucifijo sevillano también de plata, donado igualmente por la familia Conde-Palacio. La pieza perteneció a la viuda de José Conde Acosta, Antonia Benítez Periñán.

Otro estreno será el broche pectoral para Virgen realizado en plata con baño de oro de ley e incrustaciones de piedras preciosas en tonos negros. En su interior figura en plata el nombre "SOLEDAD" y se remata con tres perlas. Ha sido donado por la familia Pérez Marín y realizado por el orfebre Olmo Quirós.

En el cortejo podrá apreciarse igualmente el nuevo medallón para pertiguero realizado en alpaca plateado con el símbolo del pelícano, obra del orfebre Olmo Quirós. Se remata con cordonería en oro viejo con borlón negro y oro de Cordonería San Miguel.

Para los cultos internos se ha llevado a cabo la segunda fase de la cruz de mesa, que incluye la peana en madera negra para cruz de mesa con remates y cartela de alpaca. Los trabajos han sido realizados por el orfebre Olmo Quirós.

También este Viernes Santo podrá verse la última fase del bordado de broches para faldones del paso misterio. Están hechos en terciopelo negro bordado con hilo de oro y son obra de María Ángeles Arce Cobos bajo diseño de Juan Guerrero Perez.

Cargadores

Cuadrillas de la asociación Jóvenes Cargadores Cofrades (JCC).

Música

En el paso misterio, capilla musical Mater Dolorosa, perteneciente a la asociación cultural musical Agripino Lozano. En el paso de la Virgen, la banda de música de la asociación cultural musical Agripino Lozano.

Curiosidades

La hermandad acaba de dar comienzo a la celebración del 275 aniversario fundacional, que conmemorará con un nutrido programa de actos que se extenderá hasta 2023 y que incluirá una salida procesional extraordinaria de la Virgen el próximo 1 de octubre.

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