Cuando se recuperó el patio de vecinos de la calle Alsedo

San Fernando/El Ayuntamiento isleño ha anunciado la demolición de la finca de propiedad municipal que se ubica en el número 51 de la calle Alsedo, lo que facilitará la construcción de 15 nuevas viviendas protegidas en régimen de alquiler -actualmente hay 6- dado el incremento de edificabilidad que contempla el Plan General de Ordenación Urbana vigente en la actualidad.

Los trabajos, previsiblemente, darán comienzo esta misma semana y, de hecho, ya se ha procedido a retirar el cableado de la fachada para afrontar el derribo.

Pero no es la primera vez que el Ayuntamiento isleño interviene en este inmueble, que fue de hecho el primero en el que la Empresa de Suelo Isleña (Esisa) actuó a través del programa de transformación de infravivienda que llevó a cabo entre finales de los 90 y principios de la década del 2000 en colaboración con la Junta de Andalucía y que -al menos durante una época- dio excelentes resultados en viviendas más que modestas asentadas en barrios y calles históricos, que no reunían las mínimas condiciones de habitabilidad.

Fue, de hecho, en octubre 1998 cuando el Ayuntamiento anunció esta primera intervención en el patio de vecinos de la calle Alsedo, en pleno barrio de Las Callejuelas. La finca presentaba un estado ruinoso y, por entonces, solo residían en el inmueble tres familias (de las 8 viviendas que tenía).

La rehabilitación del patio de vecinos contó con un presupuesto de 22.480.235 pesetas, unos 135.000 euros. Las llaves fueron entregadas a los inquilinos de las 6 viviendas que resultaron de esta actuación en agosto del año 2000. Ahora, 20 años después, la finca vuelve a estar en el punto de mira de una nueva intervención de Esisa, la primera además que se acomete desde el gran frenazo de la crisis en 2007.

Para Esisa, empresa municipal creada en 1996, la intervención en la calle Alsedo fue toda una carta de presentación con la que se metió de lleno en los grandes años de la construcción de vivienda pública en San Fernando, un periodo que lamentablemente resultó demasiado corto.

Lo hacía además con el sello del compromiso social que necesariamente se vincula a este tipo de intervención en materia de infravivienda -la rehabilitación de la Casa Micolta sería más tarde su actuación estrella- y con actuaciones que permitían recuperar y hacer habitable algo tan característico de La Isla como eran los patios de vecinos.