Una alcaldesa catalana, nieta de uno de los concejales de San Fernando represaliados en el 36: "Es un acto de justicia, ya solo nos queda encontrar sus restos"

Homenaje a la Corporación de la República

"A mi abuelo lo fusilaron solo por ser concejal": Pilar Díaz, regidora de la localidad de Esplugues de Llobregat y diputada en el Parlamento Catalán durante ocho años, se emociona al hablar del reconocimiento que el Ayuntamiento isleño le brindará a su abuelo y al resto de ediles republicanos el proximo viernes

Pilar Díaz, alcaldesa de la localidad de Esplugues de Llobregat y nieta de uno de los concejales de San Fernando que fue fusilado en 1936.
Pilar Díaz, alcaldesa de la localidad de Esplugues de Llobregat y nieta de uno de los concejales de San Fernando que fue fusilado en 1936. / Ayuntamiento De Esplugues De Llobregat
Arturo Rivera Barrera

24 de octubre 2021 - 06:00

Su padre y sus tías le habían contado la historia en casa: al abuelo lo fusilaron en el 36. Eduardo Díaz Delgado tenía 33 años y venía con la familia de comprar zapatos para los niños. Eran los primeros momentos del golpe militar que desembocaría en la Guerra Civil y, posteriormente, en la dictadura de Franco. Ni siquiera se sabía muy bien qué ocurría pero había "jaleo" y se acercó al Ayuntamiento para enterarse de qué pasaba. No volvieron a verlo. Fue apresado y trasladado al penal de El Puerto. Todavía, durante los días siguientes, mantendría algún contacto por carta con la familia. En la última de ellas le decía a su mujer que le llevara ropa limpia porque le habían dicho que lo iban a dejar salir ya. Nada más lejos de la realidad: lo fusilaron en la mañana del 11 de agosto.

Así lo cuenta una de sus tres nietas, Pilar Díaz Romero, alcaldesa de la localidad de Esplugues de Llobregat desde 2006 y, anteriormente, diputada en el Parlamento de Cataluña durante dos legislaturas, desde donde –precisamente– ayudó a impulsar la puesta en marcha de políticas a favor de la memoria histórica.

Lo que su familia no sabía hasta hace relativamente poco tiempo es que su abuelo –electricista y presidente de la agrupación socialista isleña– era también uno de los 16 concejales que junto al alcalde Cayetano Roldán integraba aquella Corporación Municipal del Ayuntamiento de San Fernando que hace 85 años fue pasada por las armas, lo que convirtió a estos ediles en tempranas víctimas de la represión franquista. El próximo viernes serán homenajeados en un acto que aspira a hacer justicia con su nombramiento como Alcalde y Concejales Honorarios. Pilar, claro, estará entre los familiares invitados al acto. "No me lo perdería por nada", apunta.

"Estamos emocionados. Es un acto de justicia. Ya solo nos queda que algún día podamos encontrar e identificar los restos de mi abuelo. No hay constancia de dónde puede estar enterrado pero tengo esperanzas", afirma Pilar. Su condición de alcaldesa y ex diputada catalana hace que el caso de su abuelo sea además uno de los más llamativos.

"Creo que mi abuelo estaría orgulloso si me pudiera ver", afirma al reconocer que su figura siempre fue "inspiradora". "Y no solo él, mi abuelo materno pasó también seis años y medio en la cárcel solo por tener el carnet del PSOE", apunta. "La represión fue tremenda y lo ocurrido en el Ayuntamiento de San Fernando, con toda la Corporación Municipal, fue una auténtica barbaridad".

Su padre –cuenta– solo tenía dos años cuando fusilaron a su abuelo, así que a la abuela, con tres hijos que criar y apenas 30 años, no le quedó sino buscar refugio en la casa materna, en el municipio onubense de Riotinto. Trabajó como minero, emigró a Alemania y regresó años después a España para afincarse en Barcelona, donde nacería Pilar y otra de sus dos hermanas."Todo fue muy duro", afirma. Lo ocurrido en aquel verano de 1936 marcó irremediablemente a la familia.

Así que no es de extrañar que a los 16 años Pilar ya tuviese el carnet del PSOE. Ese compromiso la llevó también a dejar las clases que impartía en la Universidad Politécnica de Barcelona –es doctora en ingeniería de telecomunicaciones– para dedicarse por entero a la política. "Me considero afortunada. Mis padres se sacrificaron toda la vida para darnos oportunidades. Siempre nos decían 'a estudiar, a estudiar, a estudiar...' y creo que ejercer la política es también una forma de devolver lo que se nos ha dado. También creo, en cierto modo, que hay que recoger y continuar ese legado de mi abuelo Eduardo, tenemos que hacer que muchos niños de familias desfavorecidas, de barrios humildes, puedan tener oportunidades como yo las he tenido".

Pilar reconoce también el trabajo llevado a cabo por investigadores y asociaciones de memoria histórica en los últimos años, una labor –afirma– que ha permitido arrojar mucha luz sobre la represión de aquellos años y sobre las víctimas que la sufrieron."Chapó por ellos, están haciendo un trabajo verdaderamente magnífico", afirma, agradecida también por el acto de homenaje que el Ayuntamiento de San Fernando brindará el próximo viernes 29 a la Corporacion Municipal de la República. "Va a ser muy emotivo", asegura.

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