El azulejo del Sagrado Corazón pasará a manos de la Iglesia

El Ayuntamiento cierra un acuerdo con el Arciprestazgo para conservar este retablo cerámico

El azulejo del Sagrado Corazón, durante los trabajos llevados a cabo para su retirada, entre octubre y noviembre. / Diario De Cádiz
A.R.

28 de enero 2018 - 02:12

San fernando/Ya es definitivo. El azulejo del Sagrado Corazón que durante 77 años presidió la fachada principal del Ayuntamiento pasará a manos de la Iglesia. La cesión de este retablo cerámico se apuntaba ya en el pasado mes de octubre, cuando sus piezas -ante el avance de las obras del Consistorio- fueron retiradas por el equipo de restauradores que trabaja en la rehabilitación del inmueble. Incluso fue tratada en una junta de portavoces para sondear el parecer de todos los grupos municipales. No obstante, ha sido ahora cuando se ha cerrado un acuerdo definitivo con el Arciprestazgo de San Fernando, según informaba ayer a través de un comunicado el equipo de gobierno.

La alcaldesa, la socialista Patricia Cavada, se felicitaba por este acuerdo al que se ha llegado con el arcirpreste, Gonzalo Núñez del Castillo, que permitirá que el azulejo que para muchos forma parte del paisaje urbano a pesar de su evidente significación religiosa "pueda ser expuesto y conservado". De hecho, la idea inicial pasa por restaurar a fondo el retablo cerámico y volverlo a colocar en la iglesia de San Francisco. Aunque, claro, dichas pretensiones deben también ajustarse a los límites impuestos por la normativa del Plan Especial de Casco Histórico (PEPRICH). Hay que recordar que en ese mismo templo hace escasos meses que se ha denegado la solicitud de la hermandad de la Caridad para colocar en la fachada un azulejo conmemorativo de su 75 aniversario que había sido donado por un grupo de hermanos y devotos. Así que, en realidad, la futura ubicación de esta histórica cerámica de Mensaque está todavía por concretarse.

Su retirada se fundamenta en que no forma parte del conjunto original

La noticia del acuerdo llega después de la polémica que ha desatado la retirada de este elemento religioso que fue colocado en la fachada principal del Ayuntamiento el 30 de junio de 1940 al calor de una devoción, la del Sagrado Corazón, promovida por el nacionalcatolicismo tras la Guerra Civil. Un colectivo conservador -Hazte Oír- ha iniciado incluso una campaña de recogida de firmas en internet y ha acusado al gobierno de atentar contra los sentimientos religiosos de los isleños.

Desde el gobierno municipal se ha justificado la retirada de la cerámica en un criterio eminentemente técnico: que es un elemento completamente ajeno al origen constructivo del inmueble. No se trata de una decisión arbitraria, recuerda el ejecutivo. El Consistorio está catalogado como Bien de Interés Cultural con la categoría de monumento y su rehabilitación debe, por tanto, ajustarse a unas pautas y criterios que buscan, en líneas generales, "recuperar todos los aspectos originales posibles tanto en la relación con sus espacios como con su aspecto formal". "Así, había que proceder a las demoliciones y a la supresión de elementos constructivos y formales que fueran ajenos a su condición originaria, como es el caso del azulejo", explica.

Todo esto, además, se contempla desde que el proyecto ganó el concurso de ideas convocado por la Junta en 2005. Y la intervención, lógicamente, viene avalada por la delegación territorial de Cultura de Cádiz, "cuyos dictámenes son de obligado cumplimiento".

"Es un elemento circunstancial y ajeno, un añadido"

"El objetivo de la rehabilitación que se está llevando a cabo en el Ayuntamiento no es otro que devolver el edificio a sus valores originarios. Y el azulejo del Sagrado Corazón no pertenece a esos valores", constataba ayer el gobierno municipal a través de un comunicado en el que se recordaba que dicho retablo cerámico es un añadido de 1940. "Es un elemento circunstancial y ajeno, añadido siglos después de la construcción del edificio", precisaba. Nunca, de hecho, se ha ocultado que el proyecto de rehabilitación implicaba la retirada del azulejo. Se sabe desde el año 2005, que es cuando el proyecto del arquitecto Francisco Márquez ganó el concurso de ideas. Y se confirmó en 2011, cuando dicho proyecto fue aprobado. De hecho, si no se tratara de un elemento añadido su retirada difícilmente habría sido aceptada por los técnicos de Patrimonio que han revisado desde la Junta de Andalucía y la Consejería de Cultura el proyecto. Aunque lo cierto es que no ha sido hasta ahora, cuando finalmente se ha llevado a cabo su retirada de la fachada, cuando los ciudadanos se han enterado del tema. Ayer, el equipo de gobierno insistió en los valores arquitectónicos históricos a preservar que están especialmente presentes en el Consistorio isleño, un edificio que se circunscribe a la Ilustración.

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