El azulejo del Sagrado Corazón se bendecirá el sábado
El arzobispo castrense, Juan del Río, presidirá la ceremonia con la que se recolocará la cerámica religiosa en la iglesia de San Francisco
San Fernando/La parroquia de San Francisco lucirá desde el próximo sábado el azulejo del Sagrado Corazón que durante 80 años estuvo en la fachada del Ayuntamiento. Dos años después de que se acometiera su retirada al hilo de las obras de rehabilitación del edificio consistorial, la cerámica religiosa volverá a quedar expuesta en la esquina de las calles Real y Almirante Faustino Ruiz.
Evitar que dicha obra se perdiera y que con ella desapareciera esa presencia del Sagrado Corazón en San Fernando para sus devotos fue el afán que llevó al párroco del templo castrense, Gonzalo Núñez del Castilllo, a solicitar al Ayuntamiento su cesión, que se formalizó en el pleno del pasado mes de marzo.
Hasta un mes, la parroquia consiguió la autorización municipal para recolocar la cerámica acogiéndose a las excepcionalidades que contempla el Plan Especial de Protección y Reforma Interior del Casco Histórico (PEPRICH). Fue entonces cuando desde la iglesia de San Francisco se anunció su recolocación a finales de noviembre, coincidendo con la festividad de Cristo Rey.
Su bendición se llevará a cabo este sábado, día 23, tras una misa pontifical de acción de gracias que presidirá el arzobispo castrense, Juan del Río Martín, a las 11.30 horas.
Los trabajos en la fachada lateral de San Francisco comenzaron la semana pasada, una vez concluida la restauración y limpieza de la cerámica, de la que se ha encargado Juan Pérez Bey.
El retablo cerámico salió de la reputada fábrica de azulejos Mensaque, de Sevilla, y fue pintado por el artista Eduardo Acosta Palop, premiado con dos medallas de Bellas Artes y alumno de José Recio del Rivero. La obra que estuvo en la fachada del Ayuntamiento durante casi 80 años, está formada por 80 piezas de 20x20 centímetros –que son las que corresponden a la imagen iconográfica que se representa– y por otras 36 de 16x20 que conforman la moldura que encuadra la obra. Dadas sus dimensiones se colocará a cierta altura para facilitar su visión.
Su retirada al hilo de las obras de rehabilitación del Ayuntamiento se justificó en que se trabaja de un elemento "ajeno al origen constructivo del inmueble". En su lugar, sin embargo, se han colocado unas modernas y polémicas letras.
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