El azulejo del Sagrado Corazón se valora en 125.000 euros para su cesión

San Fernando

El pleno votará mañana la propuesta para entregar al Obispado el retablo cerámico que estaba en la fachada del Ayuntamiento y asegurar su colocación "en un lugar de culto apropiado"

El Ayuntamiento, fotografiado en 2016, al principio de las obras. En la fachada puede verse el azulejo del Sagrado Corazón. / Román Ríos
Arturo Rivera

26 de septiembre 2018 - 09:21

San fernando/El azulejo del Sagrado Corazón de Jesús que hasta octubre de 2017 figuró en la fachada principal del Ayuntamiento isleño se ha valorado en 125.000 euros. La obra, salida en 1940 de la reputada fábrica de azulejos Mensaque de Sevilla y pintada por el artista Eduardo Acosta Palop -premiado con dos medallas de Bellas Artes y alumno de José Recio del Rivero- volverá mañana a acaparar la atención del pleno al incluirse en el orden del día la propuesta de cesión del retablo cerámico al Obispado de Cádiz y Ceuta.

Ya en el momento de su retirada -hace casi un año ya- la propia alcaldesa, Patricia Cavada, avanzó que el arcipreste de la ciudad y párroco de la iglesia castrense de San Francisco, Gonzalo Núñez del Castillo, había trasladado al equipo de gobierno su intención de solicitar la cesión de la obra que durante casi 80 años había ocupado un lugar preeminente de la Casa Consistorial.

Cultura considera que la Iglesia garantiza de sobra la conservación y protección de la obra

El equipo de gobierno acogió con agrado la propuesta al considerar que suponía la mejor salida para el azulejo del Sagrado Corazón tras su retirada de la fachada del Consistorio al hilo de las obras de rehabilitación. El tema fue tratado incluso en una junta de portavoces suscitando -siempre según la versión que ha dado el equipo de gobierno- un acuerdo unánime de todos los grupos, incluso del PP, que varios meses después de que fuera retirado el azulejo, y a pesar de que en su día había aprobado el proyecto de rehabilitación e incluso promovido la licitación de las obras, llevaría a pleno una moción para conservar la pieza religiosa en la fachada del Ayuntamiento. En el debate plenario, el PP aseguró que no tenía constancia del interés de la Iglesia por dicho azulejo.

La polémica suscitada, azuzada por la campaña de Hazte Oír en contra de la retirada de esta obra del Consistorio, llevó incluso a que la Asociación de Abogados Cristianos recurriera a los juzgados alegando "cristianofobia". Todo quedó en nada. En el pasado mes de mayo la causa quedó archivada.

Eso sí, la solicitud formal de la cesión por parte del Obispado, aunque se conoce desde octubre del año pasado, tardaría todavía unos meses en formalizarse. De hecho, hasta el 16 de abril no se presentó en el registro del Ayuntamiento la petición para la cesión gratuita de uso de este azulejo, que a fin de cuentas es una propiedad municipal.

En dicho escrito, se argumentaba esta solicitud "para su ubicación en un lugar de culto apropiado que ayude a mantener y acrecentar el cariño y devoción que año tras año muestran los isleños en general, y los creyentes en particular, al Sagrado Corazón, permitiendo la contemplación y veneración merecidas".

Aunque en realidad nunca se ha llegado a concretar, la opción que siempre se ha barajado pasa por reubicar el retablo cerámico en la iglesia de San Francisco, lo que sin embargo -al menos en sus fachada exterior- choca con las restricciones del Plan Especial del Casco Histórico, que ya han impedido la colocación de obras similares en este mismo edificio religioso. Así que es una cuestión que todavía sigue en el aire.

Se trata de una obra formada por 80 piezas de 20x20 centímetros -las de la imagen iconográfica- y por otras 36 de 16x20, que conforman la moldura que enmarca la obra. Es, por tanto, un conjunto de grandes dimensiones cuya recolocación no resulta fácil.

El informe técnico a la petición que ha elaborado el área de Cultura -fechado en el pasado 25 de julio- concluye que el conjunto "es merecedor de medidas especiales de conservación y protección que pueden quedar garantizadas por quien lo recibe, por ser la Iglesia Católica la única que puede cumplir con el destino previsto a tal fin que asegure la integridad y permanencia de la obra como parte del patrimonio artístico de San Fernando".

Seis meses de plazo para la reubicación

En los términos para la cesión del azulejo que mañana se votarán en el pleno se concreta que ésta tiene un carácter gratuito y temporal y que se lleva a cabo "para su colocación en un lugar de culto apropiado que permita su contemplación y veneración". La cesión tendrá una duración de 25 años y, si en el plazo de seis meses desde la adopción del acuerdo, no se destinase al uso previsto -es decir, no se llevara a cabo su reubicación- se considerará un incumplimiento grave revocándose la cesión por parte del Ayuntamiento. El Obispado tendrá además que asegurar la pieza y hacerse cargo de su mantemiento.

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