"Nada cambiará en la residencia de San José, salvo el titular de la gestión"
El Obispado confirma el relevo en la encomienda del centro de mayores aunque permitirá a las hermanas de la caridad de Vedruna mantener allí su residencia
El Obispado de Cádiz ha confirmado la cesión de la gestión de la residencia de mayores de San José, ubicada en la calle Tomás del Valle, a la Fundación Gerón, "dada su solvencia y experiencia en este campo".
La decisión -que ha provocado un profundo malestar al apartar a la congregación religiosa de las hermanas de la caridad de las labores de este centro, al que se vincula desde hace 144 años- desató a principios de la semana las protestas de familiares de usuarios de la residencia y de allegados a la comunidad, quienes denunciaron que el Obispado "quería quitarles la residencia".
Aludían así a la total identificación que existe entre la comunidad religiosa y la citada residencia, de cuya dirección y gestión -hasta ahora- se han responsabilizado, así como a esa relación histórica que roza el siglo y medio.
El Obispado ha intentado zanjar la polémica que esta decisión ha suscitado en la ciudad. Y ha recordado que es él único propietario de las instalaciones, además del titular de la actividad. La decisión de encomendar la residencia a la Fundación Gerón -advierte- no debe inquietar a nadie ya que "en lo posible se intentará mejorar la ya excelente atención a los ancianos residentes".
Todo seguirá igual, insiste el Obispado en un comunicado que suscribe el vicario general de la Diócesis, Guillermo Domínguez Leonsegui. Nada cambiará salvo el nuevo titular de la gestión.
La autoridad eclesiástica puntualiza además que, desde hace meses, siguiendo los acuerdos adoptados en el Consejo Diocesano para los Asuntos Económicos, se vienen manteniendo contactos con la congregación de las hermanas carmelitas de la caridad de Vedruna para buscar una solución "que garantice la viabilidad futura del centro".
Otro aspecto que el Obispado ha querido dejar claro es que las religiosas que hasta ahora se han ocupado del centro (antiguo asilo) podrán seguir residiendo allí, "prestando con su presencia la identidad eclesial que siempre ha tenido y aportando la riqueza de su carisma". Asegura el vicario que éste ha sido, desde el principio, "su pleno deseo".
Además -insiste- las religiosas mayores, allí destinadas, que necesiten atención geriátrica, podrán utilizar todos los medios y servicios del centro.
El Obispado, en este sentido, reiteró ayer su deseo "de continuar contando con ellas (con las religiosas)" y afirmó que, en todo momento, "ha reconocido y agradecido a las religiosas su labor encomiable en este centro desde que, hace 144 años, llegaron por encargo del entonces Obispado diocesano".
El cambio de manos en la gestión del centro, no obstante, ha desatado una gran incertidumbre en el seno de la comunidad, como este periódico desveló a principios de la semana. También los familiares han mostrado sus dudas ante la manera en la que esta decisión de apartar a las religiosas influya en el servicio que allí se ofrece. Y advirtieron también de que se desconoce qué ocurrirá con los cerca de 40 trabajadores del centro.
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