En marcha una campaña para lograr la rehabilitación de la ermita del Cerro

El templo está cerrado desde hace cuatro años debido a su mal estado de conservación, que desaconseja su apertura

Un grupo de isleños crea un comisión 'pro-restauración'

Ermita del Cerro, en la romería del pasado mes de octubre. / Román Ríos
Arturo Rivera Barrera

08 de mayo 2019 - 05:00

San Fernando/La ermita del Cerro de los Mártires lleva cerrada cuatro años debido a su precario estado de conservación, que desaconseja su uso. Las romerías que desde 2016 se han venido celebrando con motivo de la fiesta de los Copatronos –San Servando y San Germán– se han desarrollado siempre afuera, en sus alrededores.

Ya en esas fechas, el Ayuntamiento pidió al Obispado de Cádiz y Ceuta, titular de la propiedad, que ejecutara las obras que necesita el inmueble para garantizar su correcto uso y conservación. Pero nada se ha hecho en estos años y, evidentemente, el deterioro ha ido cada vez a más de la misma forma que la tradicional romería ha ido perdiendo fuelle año tras año.

Ahora, un grupo de isleños se ha organizado para evitar que la ermita –una seña de identidad de San Fernando– se termine perdiendo definitivamente, que es el camino que lleva si no media una intervención que cada vez resulta más necesaria.

El objetivo es evitar que desaparezca. Es decir, reunir fondos, llamar a todas las puertas, a las administraciones, a instituciones y conseguir su rehabilitación. Ya tienen, incluso, un proyecto para intervenir en la ermita, que el lunes presentaron a la alcaldesa, Patricia Cavada, en un encuentro que fue en realidad la puesta de largo de esta comisión pro-restauración de la ermita del Cerro. El presupuesto –el dinero que haría falta para poner a punto la ermita y sus proximidades en el parque del Cerro– ronda los 100.000 euros.

María Elena Martínez Rodríguez de Lema, doctora en Filología Clásica e investigadora, se ha encargado de la labor histórica y de documentación que acompaña a este proyecto. La idea –explica– parte del vicario de la parroquia de El Buen Pastor, Adolfo Sastre, pero cuenta con la implicación de las asociaciones de vecinos de la zona y de isleños como José María Cano, que es el que ha redactado el proyecto para la ermita, Paqui Borrego o José Luis Sordo, además de ex alcaldes como Antonio Moreno o Manuel de Bernardo.

Reunión de la comisión 'pro-restauración' con la alcaldesa. / Ayuntamiento San Fernando

"Se está haciendo un trabajo muy meticuloso", advierte Elena Martínez, al dar algunas pinceladas de la iniciativa que se presentará formalmente en los próximos días.

Hay además una fecha simbólica que aspira a convertirse en el gancho perfecto para lanzar esta inicativa: los 400 años de la bula papal que nombra patronos de Cádiz y de su diócesis a San Servando y San Germán, cuyo martirio se fecha en este punto. Eso, históricamente, incluía a La Isla, que es donde toma forma la tradición de la romería de octubre a pesar de que luego, con la constitución del municipio hace algo más de 250 años y el patronazgo de San José, los santos mártires quedaran relegados al papel de copatronos.

Hasta el año 2000, la festividad de San Servando y SanGermán era incluso fiesta local, al igual que el Día del Carmen. Y la romería, aunque no atraviesa su mejor momento, forma indiscutiblemente parte del calendario festivo de La Isla.

La iniciativa coincide con el 400 aniversario de la bula papal de San Servando y San Germán

Impuslar la recuperación de la ermita del Cerro podría incluso servir de acicate para reactivar la tradicional romería. Del encuentro con la alcaldesa, esta comisión pro-restauración salió muy satisfecha al conseguir el apoyo explícito del Ayuntamiento como primer paso para su campaña.

La ermita actual, que se levanta a escasos metros del supuesto lugar del martirio de los santos Servando y Germán, fue bendecida el 23 de octubre de 1945, si bien anteriormente existía en la zona otra capilla que había sido construida en 1889. Curiosamente, el edificio, dado su valor cultural y etnográfico, está incluido en el catálogo de elementos protegidos del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), aunque eso no ha impedido la progresiva degradación del inmueble, que muchos –a pesar de que se trata de una construcción de mediados del siglo XX– consideran toda una seña de identidad de San Fernando cuya conservación habría que garantizar de cara al futuro.

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